La cantidad de visitantes y demanda hotelera ha crecido en la región, generando US$15.057,8 millones en ingresos en Centroamérica y Panamá en 2017
El turismo es una de las actividades económicas y culturales más importantes de una economía. Contribuye al desarrollo económico, generación de empleos, construcción de obras de infraestructura e ingreso de divisas. La Organización Mundial del Turismo establece que el volumen de este ejercicio es igual o mayor que el de las exportaciones de petróleo, productos alimenticios o automóviles. Uno de cada 11 trabajadores a nivel mundial laboran en sectores relacionados al turismo, ya sea directa o indirectamente.
Según cifras de las secretarías de turismo de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, 20.285.617 visitantes llegaron a la región en 2017.
La balanza turística en relación al PIB de Centroamérica fue de 4,3% en 2017. Representó un incremento positivo de un 0,3% respecto al año anterior. Así lo indica el Centro de Estudios para la Integración Económica de la SIECA con datos del World Travel and Tourism Council y de la Secretaría Ejecutiva Centro Monetario Centroamericano (SECMCA). El gasto en turismo que realizó la región en 2017 fue US$15.057,8 millones. El total de empleos generados de manera directa e indirecta por el turismo fue de 2.069.700 puestos de trabajo.
MERCADO HOTELERO
En los últimos años el turismo proveniente de Estados Unidos y Europa ha crecido exponencialmente. “La creación de nuevas rutas aéreas que conectan de forma diaria a las ciudades más importantes de estos países con las naciones de la región, en particular Panamá y Costa Rica, ha sido un motor en el crecimiento del número de visitantes y la demanda hotelera”, dice Alejandro Antillón Appel, socio a cargo de la práctica Inmobiliaria y de Hotelería de EY Central America.
Esta demanda ha generado el crecimiento del sector en todas sus expresiones – hoteles, operadores, alquiler de vehículos, entre otros–. “En este momento, solo en la Península de Papagayo en Costa Rica se están construyendo varios hoteles, con inversiones que ascienden entre los US$100 millones y US$250 millones por hotel. Además de su belleza natural, el valor agregado de Costa Rica es la seguridad y la experiencia local de sentirse en un lugar donde el turista es bienvenido y tratado con amabilidad y respeto”, señala el especialista.
Antillón comenta que en Centroamérica la industria hotelera se ha desarrollado con más fuerza en Costa Rica y en Panamá. “Con dos ofertas bastante diferentes, ambos países tienen una oferta de servicios hoteleros muy amplia que abarca desde hoteles de corta estadía y enfocados en visitantes de negocios hasta hoteles tipo resort de cinco estrellas, como el Four Seasons y Ritz Carlton”.
Todos los países de la región están experimentando cambios y pasando por momentos difíciles. El gran reto es no perder la competitividad y garantizarle al turista las condiciones que hacen a los países atractivos, entre ellos una infraestructura adecuada, estabilidad política y social y sobre todo mantener una oferta hotelera adecuada.
“Para estos efectos, la labor del Gobierno es crítica. Más allá de crear incentivos, lo que se requiere es que el Estado haga su parte en la construcción de infraestructura, agilizar y facilitar los procesos de permisos y de operación de los hoteles y demás actores del mercado. Debe mantener la seguridad y estabilidad social, apoyar las iniciativas e invertir en educación de la mano de obra que se necesita para mantener una oferta calificada de primer nivel”, advierte Antillón.
“Guatemala ha tenido un crecimiento muy interesante en su oferta en los últimos tiempos con la llegada de reconocidas marcas internacionales, entre ella Hyatt Centric Guatemala, donde lideramos la plaza con la tarifa más alta. Este es uno de los retos más relevantes de esta ciudad que sobrepasa ocupaciones por encima del 60%. El reto para la ciudad está en el fin de semana, donde debemos ayudar a nuestros clientes – como lo hace Centric– a descubrir el atractivo de Guatemala, conciertos, restaurantes, eventos deportivos, convenciones, culturales, entre otros”, dice Javier Navarro, CEO de Latam Hotel Corporation.
A excepción de Guatemala todos los países de la región cuentan con paquetes de incentivos para el desarrollo turístico. “Todos los países recaudan un impuesto turístico en los hoteles. Es importante que se haga un buen uso de estos recursos. La seguridad de la región, la conectividad aérea, así como la capacitación de todos aquellos actores que rodean el sector es de vital importancia,” describe Navarro.
Emilio Maldonado, gerente general de Paradise Beach Hotel en Roatán, Islas de la Bahía, en Honduras, considera que toda la región presenta un crecimiento en la demanda y el desarrollo de la industria hotelera, a excepción de Nicaragua que a raíz de su crisis política se ha estancado.
ESTRATEGIA DE NEGOCIO Y VALOR AGREGADO
El proyecto de desarrollo hotelero de Latam Hotel Corporation en Centroamérica se venía gestando desde hace varios años, cuando el empresario guatemalteco Fernando Paiz identificó y compró las mejores ubicaciones disponibles en cada una de las ciudades de la región en la que la cadena hotelera ahora está presente.
“Identificamos una marca: Hyatt, con un alto ADN hotelero. En cada una de sus marcas ofrece a los clientes las necesidades que buscan en los hoteles. Nos aliamos con GHL Hoteles para garantizar la mejor operación de los mismos. Las conclusiones de los estudios de mercado nos confirmaron que era el momento de lanzar este proyecto hotelero de desarrollo corporativo y centros comerciales”, dice Navarro.
La inversión del proyecto alcanzó los US$186 millones. Construyeron seis hoteles: tres de la marca Hyatt Place, dos de la Marca Hyatt Centric y uno de marca propia, Latam, en Quetzaltenango, con el fin de modernizar la oferta hotelera en ciudades secundarias. En San Salvador desarrollaron Soho Cascadas, un espacio comercial con las últimas tendencias de diseño enfocado en el lifestyle, el arte, cultura y gastronomía. Asimismo, en San Pedro Sula, Honduras, desarrollaron AGORA, un espacio comercial boutique de tamaño pequeño pero de alta exclusividad en su oferta.
“Si Conrad Hilton basó su estrategia en ‘location location location’, nuestra estrategia se basa en seguridad, ubicación, innovación y tecnología en la forma de presentar cada uno de nuestros productos, desde la arquitectura hasta el desayuno”, afirma Navarro.
Maldonado describe a Roatán como una gema en el caribe hondureño, donde la tierra como destino no asciende a un alto precio como la Isla de Martinica, Gran Caimán o San Tomas. Destaca con precios alcanzables y rentables para emprender este tipo de negocios.
La estrategia de Paradise Beach Hotel está enfocada en abrir nuevos mercados, explorando el mercado de los turistas costarricenses y dándoles a conocer el caribe hondureño. “Queremos fortalecer la demanda del mercado guatemalteco y empezar a explorar el mercado peruano, que se genere una mayor conectividad a este tipo de visitantes. Buscamos hacer crecer nuestro valor agregado. Esto va desde que los visitantes llegan a nuestro hotel y lo largo de su estadía. Ofrecemos nuevas actividades como el Sky Swing, una caída libre de 50 metros a una velocidad de hasta 80 kilómetros por hora. Algo inigualable”, sostiene Maldonado.
El reto que tiene esta isla caribeña es crecer en unas 2.000 habitaciones más y generar mejores plantas de tratamiento de agua. Asimismo, la industria hotelera debe preparar a sus empleados para que puedan brindar a los turistas experiencias inolvidables.
“La creación de nuevas rutas aéreas que conectan de forma diaria a las ciudades más importantes de estos países con las naciones de la región, en particular Panamá y Costa Rica, ha sido un motor en el crecimiento del número de visitantes y la demanda hotelera”.
Alejandro Antillón Appel, socio a cargo de la Práctica Inmobiliaria y de Hotelería de EY Central America