Comercialización de productos falsificados de la maquinaria estadounidense en Honduras, Guatemala, El Salvador y República Dominicana.


La alerta la dio a conocer la empresa Camosa, distribuidor oficial de la marca “John Deere” en Honduras, que el 31 de julio emitió un comunicado en que revela casos de venta de productos falsificados. La comunicación nace de la identificación de personas han comprado productos no originales, etiquetados y revestidos con la marca John Deere. Recomendaron a la población no realizar compras de productos que utilicen la denominación de la prestigiosa marca americana, fuera de sus agencias autorizadas a nivel nacional.

Entre los productos falsificados que se han detectados en algunos de los países de la región, se encuentran productos destinados al sector agrícolas e industrial, como generadores de gasolina y bombas de agua.

América Economía Centroamérica verifico que imitaciones similares han sido distribuidas en Guatemala, El Salvador y la República Dominicana. En opinión de expertos legales, la venta de productos de imitación utilizando una determinada marca, pudiese no solo los violar los derechos de uso de la marca y la normativa sobre distribuciones en cada país, si no que constituir un delito de estafa.

La distribuidora oficial de la marca en Guatemala es la Compañía Guatemalteca de Maquinaria, S.A. (COGUMA). Según Vinicio Mata, gerente de mercadeo de COGUMA, año y medio atrás se enteraron que personas estaban siendo engañadas por la compra de productos con el nombre “John Deere”, recibiendo facturas y certificados de garantías falsificados.

“Los estafadores se presentaban con un acento extranjero diciendo que llegaron a Guatemala a un congreso y que no les fue muy bien en las ventas de generadores. Alegaban que les habían sobrado muchos productos y que por eso estaban liquidando los generadores a buen precio, y ofrecían el respaldo del distribuidor de John Deere,” comenta Mata. “Ellos llegaban a los clientes en distintos vehículos cada día. Los rentaban para no ser identificados,” explicando la forma de operaración.

Debido a la naturaleza del delito, Mata no se aventura a estimar cuánto dinero perdieron los compradores de los equipos. La compañía, en una actitud responsable con la ciudadanía, asumió los costos de una campaña en la que advirtieron de la estafa en los medios de comunicación social y a la prensa guatemalteca.

En El Salvador, el distribuidor oficial de la marca recibió denuncias de pequeñas empresas en todo el país, que acudían a sus tiendas a comprar repuestos originales para equipos supuestamente John Deere, los que debido a la falsificación fallan, no cumplen las especificaciones de operación y no están correctamente instaladas. Joel León, del departamento de logística internacional de “General de Equipos”, comentó que esto es una situación que ha venido ocurriendo desde hace más de tres años. Sin embargo, las autoridades no han podido deducir responsabilidades a los autores, recayendo las perdidas en los compradores estafados.

Una situación similar a ocurrido en la República Dominicana. Según un portavoz de Antillana Comercial, en el país, se ha producido una variación de la falsificación. Se ha detectado que han comprado “repuestos falsos” para maquinaria de construcción de la marca. No han logrado identificar quiénes ha participado en la compra de productos falsificados.

En Nicaragua y Panamá no se han reportados estafas similares. En Costa Rica, la distribuidora MPC mencionó que la compañía había observado una gran cantidad de ropa falsa con el nombre y el logotipo de John Deere, como gorras y camisetas, pero no de equipamiento y repuestos.

Los representantes de la marca en cada uno de los países de Centroamérica, aconsejan la adquisición de productos John Deere solamente a través de los distribuidores oficiales y sus licenciatarios. Los productos originales son los únicos que cumplen con las certificaciones de desempeño y seguridad para cada tipo de trabajo requerido. Adicionalmente, la emisión de garantías oficiales responde solamente sobre productos originales, debido a lo cual los compradores de los productos falsificados pueden perder su inversión.

La comercialización de productos industriales y repuestos de marcas reconocidas es una actividad que afecta principalmente a los compradores engañados generando la perdida de la inversión efectuada en maquinaria, equipos y refacciones.

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