Encuesta realizada por Deloitte en más de 30 países revela que los nacidos después de 1982 tuvieron un año 2016 estresante.

Quienes disfrutan de horarios de trabajo flexibles tienen niveles más altos de desempeño, confianza y lealtad.

Seis de cada 10 personas dicen que las empresas multinacionales impactan de forma positiva en lo relacionado con sus preocupaciones.


El 2016 fue estresante para los millennials y disminuyó el optimismo. Esta es tan sola una de las conclusiones que se derivan de un estudio elaborado por Deloitte Global tras encuestar a casi 8.000 personas de 30 países a finales del año pasado.

Los encuestados, nacidos después de 1982, poseen títulos de educación superior y trabajan a tiempo completo, sobre todo en empresas u organizaciones del sector privado que tienen más de 100 colaboradores.

Los dos episodios que el año pasado sacudieron la confianza de la generación millennial fueron el ‘Brexit’ y la elección presidencial de Estados Unidos, ganada por Donald Trump. Los atentados terroristas en Europa y otras amenazas que persisten en el medio oriente preocupan también a quienes este año tienen 34 años o cumplen 35, por dar un ejemplo.

Sin embargo, la lupa de la generación millennial está sobre las oportunidades de empleo y una estabilidad laboral para lograr cambios. Aunque no son optimistas respecto del rumbo hacia donde se dirigen sus países.

Por eso desean que las empresas multinacionales se involucren en vencer los grandes desafíos de la sociedad, debido a que está directamente relacionado con sus expectativas personales.

Según el estudio, los millennials que disfrutan de horarios flexibles en sus empleos son capaces de desempeñarse de mejor manera, son más leales y expresan altos niveles de confianza.

La población encuestada en mercados emergentes generalmente espera ser mejores que sus padres en el aspecto económico (71%) y emocional (62%), lo que contrasta de una forma predominante con los mercados maduros, donde solo el 36% cree que estará financieramente mejor que sus padres. En tanto, el 31% señala que será más feliz.

Los resultados indican que solo en 11 de los 30 países que fueron cubiertos, la mayoría espera ser “más feliz” que sus padres. Para Punit Renjen, presidente ejecutivo de Deloitte Global, dicho pesimismo es un reflejo de cómo han cambiado las preocupaciones personales de los millennials.

“Hace cuatro años, la escasez de recursos y el cambio climático estuvieron entre las principales preocupaciones de los millennials. Este año, el crimen, la corrupción, la guerra y las tensiones políticas están pesando en las mentes de los jóvenes profesionales, afectando sus perspectivas personales y profesionales”.

DESEAN ESTABILIDAD

La generación millennial desea seguridad o estabilidad laboral. Están ansiosos y por eso quizás la mayoría de jóvenes profesionales desea permanecer en sus puestos de trabajo. “El año pasado, la ‘brecha de lealtad’ entre quienes se vieron dejando sus empresas en dos años y aquellos que pensaron permanecer por más de cinco años fue de 17%. En 2017, la balanza de los millennials que busca ‘salir pronto’ es de 7%”, establece el informe de Deloitte.

Otro aspecto no menor es la ventaja que ve esta generación al trabajar internacionalmente como profesionales independientes o consultores en diversas industrias. Incluso están dispuestos a desarrollar nuevas habilidades y actitud para viajar o trabajar en el extranjero. No obstante, casi dos tercios dijeron que prefieren un empleo a tiempo completo.

EFECTO DOMINÓ

Los millennials creen que pueden hacer grandes cosas, aunque se sienten responsables por muchos problemas, tanto en el trabajo como en otros contextos.

Sin embargo, es en sus sitios de trabajo donde se sienten más capaces de generar un impacto. “Las oportunidades para participar en ‘buenas causas’, a nivel local, muchas que son facilitadas por los empleadores, dan a los millennials un mayor sentido de influencia. Este cambio local, en pequeña escala, tiene un efecto dominó desde el individuo hasta un ambiente laboral más amplio y la sociedad como un todo”.

Por ello, más de la mitad de los millennials dice que cuenta con oportunidades para contribuir a causas benéficas/importantes en sus lugares de trabajo. Según Jim Moffatt, presidente ejecutivo

de Consultoría global de Deloitte, los resultados de la encuesta sugieren que quienes recibieron esas oportunidades son más leales a sus empleadores y eso es compatible con la conexión que se vio el año pasado entre la lealtad y el sentido de propósito de una compañía.

“Pero también estamos viendo que el propósito tiene beneficios más allá de la retención. Aquellos que tienen la oportunidad de contribuir son menos pesimistas respecto de las situaciones políticas y sociales generales de sus países y tienen una opinión más positiva sobre el comportamiento empresarial”, expone el ejecutivo.

En general, los millennials prefieren permanecer más tiempo con patronos que se proyectan socialmente, sobre todo en áreas educativas, desempleo y atención a la salud. Los más optimistas en torno al progreso de sus países son los más propensos a ayudar a sus empleadores a involucrarse con temas sociales y económicos más amplios.

“Las actitudes de los millennials hacia el ámbito corporativo general continúan mejorando. Por tercer año consecutivo, más encuestados creen que las empresas se comportan de manera ética y que sus líderes están comprometidos a la mejora de la sociedad, y sienten menos que los negocios sean puramente lucrativos y que priorizan sus agendas con poca consideración por la sociedad”, indica el documento.

En tanto, seis de cada diez personas encuestadas afirma que las empresas multinacionales han impactado positivamente en los retos que más preocupan a los millennials. No obstante, “ellos creen que las grandes organizaciones pueden hacer mucho más”.

“Los acontecimientos del año pasado fueron una llamada de atención para los líderes empresariales y gubernamentales”, enfatiza Punit Renjen.

FLEXIBILIDAD

El 84% de los millennials encuestados presenta cierto grado de flexibilidad laboral en sus organizaciones; mientras, el 39% asegura que sus organizaciones ofrecen entornos de trabajo altamente flexibles.

“Creen que los acuerdos de trabajo flexibles ayudan mejorar la productividad y el compromiso del empleado. Que mejoran su bienestar personal, salud y felicidad”, establece el estudio.

El impacto de horarios flexibles se traduce a una mayor lealtad hacia sus empleadores y, según los resultados, están dos veces y media más propensos a creer que las prácticas de trabajo flexibles generan un impacto positivo en el desempeño financiero, en contraste con organizaciones más restrictivas.

“Tres cuartas partes de los que ofrecen oportunidades flexibles de trabajo dicen confiar en que sus colegas lo respeten, y el 78% siente la confianza de sus gerentes de línea”.

La comunidad empresarial puede, y debe, prestar atención al pesimismo de los millennials haciendo más por la sociedad. Estamos en la mejor posición para abordar muchos de los problemas más desafiantes de la sociedad y liderar el camino hacia la creación de una economía que funcione para todos.

Punit Renjen, Presidente ejecutivo de Deloitte Global

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