El sistema bancario constituye uno de los cimientos que sustentan la sociedad. En general, debido al carácter cotidiano que adquiere, se pasa por alto la labor que cumple en la dinamización de la economía. Por ello, la AHIBA preparó una serie de conferencias que no solo den cuenta de la importancia de este sector, sino que también detallen el impacto que ha generado, sobre todo en Honduras. De modo que, para cumplir dicho cometido, las participaciones trataron temas como los siguientes: importancia de un sistema bancario para el desarrollo de un país, el rol del sistema bancario en las crisis, el financiamiento climático, la confianza internacional en los bancos de Honduras y las garantías recíprocas como puente y motor de la inclusión financiera.

Al respecto, el presidente de la AHIBA, Roque Rivera, afirmó durante su intervención que la intermediación financiera, además de ser el motor de la economía, es una actividad declarada de interés público, reto que asume la institución con responsabilidad y transparencia, ya que con los servicios que presta contribuye al progreso de las personas, las familias, las mipymes y el Gobierno. También, agradeció la confianza en el sistema bancario, la cual se refleja en el aumento del ahorro en un 60 % durante los últimos cinco años, llegando a L530,000 millones, de igual forma, la cartera de crédito ha aumentado en un 57 %.

El sistema es sólido y solvente con calificaciones desde AAA a BBB + y cuenta con accionistas que reinvierten sus ganancias, a tal grado que, por cada L1,000 ganados se reinvierten L670. Además, la banca aporta al erario público L6,400 millones al año en concepto de impuestos, aportaciones obligatorias, sostenibilidad de instituciones como la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), Fondo de Seguro de Depósitos (Fosede), pago y recaudación de diferentes tasas que sirven para contar con más hospitales, escuelas y seguridad en beneficio de la población, agregó Rivera. En el cierre del Foro, la Lic. María Lydia Solano añadió que -además de los beneficios señalados por Don Roque Rivera, la banca genera 22,000 empleos directos y 15,080 indirectos. 

Por su parte, el presidente de la CNBS, Marcio Sierra, quién comenzó felicitando a la AHIBA, en nombre del gobierno de la Presidente Constitucional de la República, Xiomara Castro, por la organización de este evento donde se tocan temas tan importantes para Honduras, aseveró que “los sistemas financieros sólidos sustentan el crecimiento económico y el desarrollo y son un medio para facilitar la reducción de la pobreza a través de la inclusión financiera, de igual manera es clave aprovechar los mercados de capital para atraer fuentes adicionales que ayuden a financiar los objetivos de desarrollo”.

Sierra añadió que Honduras tiene un sistema bancario sólido con activos totales que suman alrededor de L850,000 millones, alentado principalmente por el crecimiento del crédito y una mora de 2.60 %, cubierto por los bancos en un 195.9 %, así como niveles de liquidez suficientes para enfrentar cualquier riesgo adverso. Asimismo, manifestó que la inclusión financiera y la democratización del crédito son una prioridad del Gobierno y que desde la CNBS se continuará trabajando para cerrar brechas que mantienen excluida a gran parte de la población de Honduras, de los beneficios de productos y servicios financieros, brindados en condiciones favorables y adecuadas a sus necesidades.

¿Qué pasaría si no hubiera bancos?

Esta es una de las preguntas que planteó el economista y actual rector de la Universidad José Cecilio del Valle, Julio Raudales, en su disertación titulada “Importancia de un sistema bancario para el desarrollo de un país”. Raudales explicó que no serían posible las más de 15 millones de transacciones financieras que se realizan al año, ni la inversión en infraestructura o los proyectos que se generan con el apoyo de los bancos como parte de su estrategia de responsabilidad social por un monto de alrededor de L350 millones —el cual es superior al presupuesto de secretarías como Desarrollo Económico—, tampoco existirían beneficios como los microcréditos, la lucha contra el fraude, evasión fiscal, el terrorismo o el control de la inflación.

Complementando la disertación de Julio Raudales, la Dra. Ana Cristina Pereira, Vicepresidente de Estrategia y Normativa de Banco Ficohsa, enfatizó que las personas no solamente usan los créditos sino otros productos y servicios financieros, y que en conjunto, la actividad de los bancos es para producir más riqueza.

En este sentido, los conferencistas coincidieron en que los bancos tienen un papel relevante en la dinamización de la economía, pero su rol en tiempos de crisis se vuelve preponderante, debido a que los gobiernos por sí solos difícilmente podrán reactivar la economía de un país. Luis Felipe Céspedes, Consejero del Banco Central de Chile, explicó que un ejemplo es la crisis generada por la COVID-19, en la que los países que experimentaron un mayor crecimiento del crédito —incluyendo el uso de instrumentos no convencionales como los fondos de garantía, junto con políticas públicas adecuadas— sintieron menor pérdida en su capacidad productiva y, por tanto, en su empleo. Sobre el tema, el Superintendente Evin Andrade resaltó que la última crisis encontró un sistema bancario robusto con indicadores muy buenos, lo que permitió soportar los impactos económicos de ese período, destacó la importancia de coadyuvar esfuerzos para obtener resultados positivos, a través del diálogo con todos los sectores para crear soluciones y en donde el Sistema Financiero debe ser parte de ellas.  Por su parte, Julio César Herbas, Gerente General de Banco Popular destacó que la crisis del COVID 19 les permitió conocer más a sus clientes, para generar soluciones a la medida, generando un 20% de clientes nuevos.

Los fondos de garantías son cruciales en países como Honduras, donde el 58 % de la fuerza laboral se encuentra en la informalidad y hay más prevalencia en las mujeres, por lo que es importante tener esquemas diferenciales de fondos de garantía con enfoque de género para propiciar la inclusión financiera, propuso en su intervención el ex presidente del Fondo Nacional de Garantía de Colombia, Raúl Buitrago.

A la fecha, en el país solo se cuenta con un fondo de este tipo: CONFIANZA, que ha otorgado 187,207 garantías por un monto que ronda los L16,000 millones, explicó el presidente de la junta directiva de este fondo, Mario Agüero.

Financiamiento Climático

Otra de las contribuciones del sistema bancario al progreso del país es la implementación de programas de banca sostenible en un contexto donde se espera que, en los próximos diez años, cuatro de los principales riesgos a nivel mundial estarán relacionados con el cambio climático. Actualmente, existe una diversidad de fuentes de financiamiento y un marco regulatorio a través del Reglamento para la Gestión de Riesgos Ambientales y Sociales, vigente desde enero de 2023. Al respecto, Jessica Jacob, directora general de SURECO & Partners, manifestó que este es un paso muy positivo para Honduras, al tiempo que detalló que el 51 % de los recursos para mitigación/adaptación proceden del sector público y un 49 % del privado, lo que refleja el interés de la banca por cerrar la brecha de financiación de los objetivos climáticos.  En su participación, el Ing. Francisco Llanes, Gerente General de Banco Promerica destacó que en general primero se hace el negocio verde y luego se genera la regulación, mientras que en Honduras se hizo al revés, lo que es una oportunidad muy grande para el desarrollo de este tipo de productos para los Bancos.

Apoyo de los Bancos Corresponsales:

No podemos ser Puente y Motor del Progreso sin el apoyo de los Bancos corresponsales.  Así inició el Panel sobre Confianza Internacional en los Bancos de Honduras, Lizzeth Villatoro, que es Gerente General del Banco Lafise ante lo que María Jesús Fernández, Jefe de Instituciones Financieras para Latinoamérica de CITI, explicó que esto es posible por los indicadores de Capitalización de los Bancos Hondureños y de Transparencia.  Particularmente desde este Banco internacional, esperan que los Bancos de Honduras prioricen el Microcrédito, las inversiones en energía renovable y la bancarización de personas.  Los bancos corresponsales son, además, un aliado muy importante para atender las operaciones en el exterior que requieren los clientes.  No existen fronteras para los empresarios que piensan en grande y cuentan con nosotros los Bancos para lograrlo, concluyó Lizzeth Villatoro.

En resumen, el sistema bancario adquiere múltiples responsabilidades con la ciudadanía hondureña: por un lado, permite el flujo eficiente de fondos y la inversión del capital en actividades productivas que acrecientan la economía nacional y, por otro, busca cubrir la mayoría de necesidades de la población, pues, mediante su uso, las personas tienen acceso a mejores oportunidades y condiciones de vida, muestra de ello son los distintos proyectos sociales y ambientales que proponen las instituciones que conforman la Asociación.

Acerca de AHIBA

Fundada en 1956, la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (AHIBA) es una organización sin fines de lucro cuyo propósito es tutelar y coadyuvar el desarrollo del sistema bancario privado, dentro de un espíritu de libre empresa y sana competencia, para contribuir con el bienestar social y el desarrollo de nuestro país. Además de las iniciativas que lleva adelante para defender y fortalecer el sistema bancario y colaborar en la profesionalización de sus miembros, AHIBA tiene un gran compromiso con los hondureños. Es así que desarrolla actividades dirigidas al público general tendientes al mejor aprovechamiento de los beneficios que brindan los bancos de Honduras, seminarios y capacitaciones, consejos financieros y webinars.

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