Los regímenes especiales son una fuente importante de divisas para la región, al representar más del 50% de las exportaciones totales de mercancías.


las zonas francas forman parte de un régimen especial, integral y simplificado para el establecimiento y operación de empresas que contribuyan al desarrollo de un país y a la generación de empleos y divisas. Se incorporan a la economía global de bienes y servicios, promoviendo la inversión y propiciando el desarrollo económico, científico, tecnológico, cultural, educativo y social del país en el que se encuentran.

La producción de bienes bajo los regímenes de zona franca en los países centroamericanos es de vital importancia para la economía regional. En Centroamérica, los regímenes especiales generaron cerca de 765.000 puestos de trabajos directos en 2017 y emplearon alrededor del 3,2% de la Población Económicamente Activa (PEA). Nicaragua es el país más relevante, “donde las empresas constituidas bajo el régimen de zonas francas emplearon el 3,9% de la PEA, creando cerca de 116.000 puestos de trabajo”, dice Domingo González, Secretario Ejecutivo de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (SECMCA).

Las zonas francas – en la mayoría de los países centroamericanos y República Dominicana– se dedican a la industria liviana, confección textil. Costa Rica es la excepción, explica González. Este país ha logrado atraer a empresas dedicadas a prestar servicios empresariales, representando más de la mitad de las empresas establecidas en regímenes especiales.

INGRESO POR EXPORTACIONES

Los regímenes especiales son una fuente importante de divisas, representando más del 50% de las exportaciones totales de mercancías en varios de los países de la región.

En 2017, las exportaciones de empresas en zonas francas alcanzaron el 45% de participación del comercio internacional de mercancías de la región centroamericana; siendo más influyente en Nicaragua (63,7%), República Dominicana (56,3%) y Costa Rica (50,2%).

Domingo González detalla las exportaciones provenientes de zonas francas en cada país.

En Costa Rica las exportaciones de bienes de las zonas francas sumaron US$5.327 millones en 2017, con un crecimiento interanual de 8,6%. Los instrumentos y suministros médicos y dentales fueron los productos más exportados, con una participación del 48,8%, registrando US$2.599 millones. Le siguen en orden de importancia las comidas, platos preparados y otros productos alimenticios (US$440 millones), las frutas, legumbres y hortalizas en conserva (US$425 millones), y los productos farmacéuticos y medicinales (US$220 millones), entre otros.

“En Centroamérica, los regímenes especiales generaron cerca de 765.000 puestos de trabajos directos en 2017 y emplearon alrededor del 3,2% de la Población Económicamente Activa.”

Domingo González, Secretario Ejecutivo de la SECMCA

Las empresas en zonas francas de El Salvador exportaron mercancías por un valor de US$1.104 millones en 2017, mismo valor observado en 2016, indica González. El 73% (US$806 millones) de las exportaciones corresponden a prendas de vestir, menores en US$70 millones con respecto a las exportaciones de 2016. Le siguen en importancia las exportaciones de componentes electrónicos con un valor de US$201 millones, representando el 18% del total.

En Guatemala exportaron US$3.806 millones en 2017, US$226 millones menos que lo registrado en 2016 (US$4.032 millones). Los principales productos exportados incluyen: artículos de vestuario; frutas frescas, secas o congeladas; materiales textiles (tejidos o telas); minerales de plomo, hierro y acero; manufacturas de papel y cartón y legumbres y hortalizas. La menor exportación de productos minerales influyó en la contracción observada de ventas de las zonas francas y la actividad maquiladora, dice González. Estados Unidos es el principal comprador de las exportaciones guatemaltecas, representando un 65% del total.

En Honduras, las exportaciones procedentes de regímenes especiales durante 2017 representaron el 63,6% del total producido por dichos regímenes. Sumaron US$4.079,1 millones, con una variación interanual de 1,5%. El mercado de estos bienes se concentra en los Estados Unidos de América (73,3%), Centroamérica (16,9%), y Canadá (3,9%). Los textiles se mantienen como el principal producto exportable alcanzando un valor de US$3.354 millones, superior en 1,2% en comparación a lo acumulado en 2016. Las partes eléctricas y el equipo de transporte (arneses) representaron el 16,2% del total y reflejaron un alza de 1,0%.

Al finalizar el 2017, las zonas francas en Nicaragua cerraron con ventas externas de US$2.638 millones, superior en 1,0% a lo registrado en 2016. El 57,8% de las exportaciones correspondieron a productos textiles por un total de US$1.524,0 millones, con un crecimiento de 3,0%. Las exportaciones de productos de tabaco sumaron US$201,9 millones, mostrando un incremento de 17,8%. Las exportaciones de arneses (US$593,3 millones) registraron una baja de 10,5%. Los principales mercados de destino de las exportaciones son los Estados Unidos de América y México, explica el Secretario.

En República Dominicana el valor de las exportaciones de las zonas francas alcanzó la suma de US$5.695 millones, con un crecimiento relativo de un 3,5%. Las exportaciones de productos médicos y farmacéuticos representaron el 26,1% de las exportaciones totales de las zonas francas; le siguen confecciones y textiles (18,8%), productos eléctricos (15,5%), tabaco y derivados (13,9%), calzados y sus componentes (6,9%).

“Aunque la manufactura de textiles y prendas de vestir continúan siendo las actividades económicas predominantes en la región centroamericana y la República Dominicana, hay señales de que los regímenes especiales están atrayendo nuevos tipos de empresas que se dedican a actividades relacionadas al área de la salud, energía y telecomunicaciones”, afirma el especialista de la SECMCA.

INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA

Domingo González detalla que en 2017 el 48% de la inversión extranjera atraída por Costa Rica se concentró en aquellas empresas que se amparan en el régimen de zona franca. En el caso de Honduras, la participación de las empresas en regímenes especiales fue del 21% de la suma total de la inversión extranjera directa (IED) de 2017. Para la República Dominicana la IED de las zonas francas solo representó el 7% del total.

“Costa Rica posee una propuesta de valor país que resulta atractiva para la inversión extranjera directa, que se basa en su capital humano, una robusta plataforma comercial, su ubicación geográfica estratégica, su trayectoria democrática, su paz y estabilidad política, su seguridad jurídica, y una serie de incentivos fiscales que se ofrecen a los inversionistas al amparo del Régimen de Zonas Francas”, comenta Eugenio Quirós, director ejecutivo de la Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica (Azofras).

“La IED es de gran importancia para Costa Rica. Al cierre del año pasado, la IED de empresas atraídas y apoyadas por la Agencia de Promoción de Inversiones en Costa Rica (CINDE) generaron 13.754 empleos nuevos, para representar un total de 97.587 puestos de trabajo directos y 50.056 empleos indirectos. Estos se distribuyen entre los sectores de ciencias de la vida, servicios, y manufactura avanzada, liviana e industria alimentaria. El flujo total de la IED ha crecido anualmente a una tasa promedio de 10,3% desde 2003”, afirma Luisa Fernández, directora ejecutiva del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE).

“La atracción de inversiones en las zonas francas es una de las prioridades en República Dominicana, ya que este sector ha probado ser el de mayor capacidad de generación de empleos, divisas y transferencia de tecnología. Las zonas francas generan un impacto económico directo e indirecto impresionante debido a la espiral de consumo que genera en todo el territorio nacional. Este impacto ha sido calculado en unos US$3.000 millones anuales”, dice José Manuel Torres, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA).

República Dominicana ha avanzado mucho en los últimos años, sostiene Torres, habiéndose creado mesas de trabajo público-privadas, en las cuales se identifican y promulgan las acciones necesarias para mejorar el clima de negocios en el país y promover la competitividad de los sectores productivos. “El país cuenta con una reconocida estabilidad política y económica, envidiable ubicación geográfica, excelente infraestructura logística y acceso preferencial a los principales mercados del mundo”.

LOGRANDO LA COMPETITIVIDAD

Panamá está trabajando en desarrollar las condiciones para que más zonas francas se incorporen al régimen mediante la actualización y modernización de su ley. Actualmente hay una zona franca registrada y en desarrollo en la Arena, Chitré, Provincia de Herrera – la primera zona franca en el interior del país. Esta zona “proyecta crear la infraestructura bajo el concepto de parque ecológico y agroindustrial, para propiciar la competitividad global de las empresas que allí se establezcan a desarrollar diversas actividades con tecnología innovadora y adición de valor, principalmente que protejan el medioambiente”, comenta Rolando Moreno, director general de zonas francas del Ministerio de Comercio e Industrias.

En Guatemala, el mayor reto de los países con regímenes de zonas francas es contar con instrumentos innovadores y competitivos, provistos de condiciones óptimas para las inversiones. “Para ello tenemos el ejemplo de México, República Dominicana, Nicaragua y Honduras, países que con una Ley de Zonas Francas adecuada mejoraron sus condiciones de inversión, incentivo fiscal además de implementar programas de capacitación para mano de obra calificada, entre otros beneficios”, refiere Antonio Malouf, presidente de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (AGEXPORT).

“Una de las principales estrategias para apoyar el desarrollo de las zonas francas en Costa Rica, es fortalecer el capital humano, a través de la colaboración con universidades, centros de investigación y enseñanza, de manera que empresas globales puedan contar con capacidades locales para el desarrollo de actividades productivas de alto valor agregado y mayor contenido tecnológico”, comenta la directora ejecutiva de la CNZFE.

RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL

El FDI Intelligence – centro de estudios asociado al diario Financial Times– anualmente entrega los premios más importantes para las zonas francas. Panamá Pacífico y Zona Franca de Coyol, de Costa Rica, fueron galardonados en cuatro categorías del “Premio Zonas Francas Globales del Año 2018”. La publicación anual evalúa aspectos como expansión, ubicación, instalaciones e incentivos, y aspectos de especial relevancia para los grupos inversores en todo el mundo en 66 zonas francas de todos los continentes.

“Desde sus inicios, Panamá Pacífico fue concebido como un área de desarrollo económico y social, inspirado en el urbanismo integral y sostenible, creando así una plataforma única de oportunidades para la creatividad, el crecimiento y el bienestar de las personas, empresas e instituciones que en ella habitan”, evidencia FDI Intelligence.

Los jueces enfatizaron la colaboración académica y los proyectos de infraestructura que están en desarrollo, que apuntan a hacer de la zona el mejor área conectada en Panamá, debido a su proximidad al Aeropuerto Internacional de Tocumen, tener dos de los tres puertos más grandes de la región y estar desarrollando proceso de licitación para poner en marcha una nueva línea de metro.

“Costa Rica posee una propuesta de valor país que resulta atractiva para la inversión extranjera directa, que se basa en su capital humano, una robusta plataforma comercial, su ubicación geográfica estratégica, su trayectoria democrática, su paz y estabilidad política, su seguridad jurídica, y una serie de incentivos fiscales que se ofrecen a los inversionistas al amparo del Régimen de Zonas Francas.”

Eugenio Quirós, director ejecutivo de la AZOFRAS

El premio de Zona Franca Coyol es producto de una inversión superior a US$400 millones con especial énfasis en la sostenibilidad para desarrollar un hub especializado en manufactura de dispositivos médicos en Costa Rica. En la zona operan veintisiete empresas de talla mundial, ocho de ellas forman parte del top 30 de compañías de Ciencias de la Vida del mundo como Medtronic, Cardinal Health, Philips, Abbott, Smith & Nephew, Microvention-Terumo, Hologic, entre otros.

Además, para los grupos inversores, Zona Franca Coyol representa una oportunidad de crear y mantener el desarrollo armonioso con el ambiente, con infraestructura de primer nivel y edificios certificados LEED.

“En la Zona Franca Coyol nos esforzamos por convertirnos en un estratégico socio para las empresas que establezcan sus operaciones dentro del parque. Les proporcionamos numerosos servicios que garantizan el éxito de sus procesos, incluyendo el desarrollo de las capacidades de talento humano que es necesario para el futuro crecimiento de su negocio”, indica Carlos Wong, Director General de la Zona Franca Coyol.

“Los dispositivos médicos son el principal producto de exportación del país. Representan el 28% de los bienes exportados. Esto es una muestra de cómo el país ha cambiado al punto que es el segundo mayor exportador de dispositivos médicos en América Latina, así como se ubica entre los siete principales proveedores del mercado estadounidense”, dice Jorge Sequeira, Director General de CINDE.

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