Desde la gerencia del programa de Sostenibilidad del Grupo BAC Credomatic, la ejecutiva promueve todas las iniciativas regionales de buenas prácticas de gestión responsable.


Roxana Víquez Directora de sostenibilidad regional de BAC Credomatic

BAC Credomatic lleva más de una década identificándose con las necesidades de sus clientes, proveedores y la comunidad a través de su estrategia de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en los seis países donde opera.

A inicios de 2006, la entidad financiera estableció su estrategia de RSC con el objetivo de mitigar su impacto, responder a las expectativas de sus partes interesadas y promover en la región un desarrollo más sostenible y solidario alineado a su estrategia 2017-2021, que trabaja en pro del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La sostenibilidad empresarial se asocia a la capacidad de las empresas para garantizar su continuidad, viabilidad y posicionamiento. Esto surge de una gestión exitosa que requiere de mecanismos que faciliten la comunicación y la desconcentración operativa, permitiendo que se inserte en el quehacer de la organización. El grupo financiero logró la unidad de negocio en torno a este tema a través de un departamento de cinco personas, que tienen el mérito de tener una estrategia bien consolidada que impregna estos principios en el ADN de la organización y en sus más de 21.000 empleados de la región.

AméricaEconomía Centroamérica conversa con Roxana Víquez, directora de sostenibilidad regional de BAC, quien detalla en qué se ha basado éste logro y cuáles son los compromisos asumidos públicamente por el grupo financiero.

LA ÚNICA MANERA DE SER RESPONSABLES

“La responsabilidad social o el ejercicio responsable del negocio es un camino cuya meta es lograr la sostenibilidad. Permite construir una empresa más sólida que tiene mucha más posibilidad de seguir viviendo en el tiempo sin afectar a las generaciones futuras. Para llegar a esa sostenibilidad, la única manera es teniendo un comportamiento responsable”, dice Víquez.

BAC ejercita esto en el diario quehacer del negocio. Tratando de que todo lo que se haga se realice de forma responsable, atendiendo las consecuencias de los actos realizados. La responsabilidad social identifica cuáles son los impactos negativos que tiene la empresa en la sociedad para tratar de minimizarlos o compensarlos adecuadamente y potenciar los impactos positivos.

En 11 años de gestión de responsabilidad social, el grupo BAC ha tenido tres ciclos. Los cambios más significativos en el nuevo ciclo estratégico 2017-2021 incluyen la adición de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas.

El grupo se comprometió con cinco metas concretas que requieren de acciones continuas y en alianza con todas las partes. El compromiso es con el ODS 1, que aborda la erradicación de la pobreza; el ODS 4, referente a la educación de calidad; el ODS 5, que busca la equidad de género; el ODS 8, que aboga por el trabajo digno y crecimiento económico; y el ODS 12, que se preocupa por una producción del consumo responsable. “Para cada uno de ellos nosotros definimos nuestras propias metas. Establecemos cómo vamos a aportar a cada uno de ellos, las hacemos públicas y nos comprometemos ante los públicos de interés para que supervisen esos compromisos”, comenta la ejecutiva.

La estrategia corporativa del grupo financiero se denomina “las 5C’s”, y fue renovada con el ingreso de su nuevo CEO, Rodolfo Tabash, en junio de 2016. Esta es vinculante para todas las áreas y colaboradores de la empresa, haciendo mandatorio el aprovechamiento consistente y permanentemente de su capacidad instalada, para impactar positivamente en el progreso de la sociedad y promover desarrollo de las comunidades que sirven, a través de prácticas prudentes y sostenibles. Estos cinco ejes rigen el quehacer de toda la empresa, y en donde el compromiso organizacional y sostenibilidad forma parte de ellos. La figura del Gestor de Sostenibilidad – una persona designada por la gerencia de cada área–, se convierte en contraparte y punto de enlace con el área de sostenibilidad.

Desde el año 2008 anualmente se presentan informes de la gestión de RSC que son auditados y siguen una estructura. “Este tiene que ser un requisito absolutamente necesario. Porque la transparencia y rendición de cuentas es un factor indispensable para el ejercicio de la RSC”, señala Víquez.

“El peor error en el que se puede caer es que las acciones que se ejecutan en RSC para alcanzar la sostenibilidad sean realizadas por un solo departamento de manera aislada, ya que esto no generará ningún cambio. Estos principios tienen que correr por las venas de la organización. En mi departamento solo somos cinco personas, para cambiar el corazón de una empresa de 23.000 empleados. Nuestro mayor logro y aprendizaje es que toda la empresa participa. A cada gerencia se le asigna sus responsabilidades. Esto ya está instalado en el corazón de la empresa y no necesita una persona liderando para que continúe”, destaca.

RETOS REGIONALES EN MATERIA DE RSC

Víquez considera que uno de los retos es pasar de iniciativas “light” en RSC a acciones más profundas y transformadoras. Asimismo, el involucrar e instalar en la mentalidad empresarial que tanto las pequeñas y grandes empresas requieren de acciones de responsabilidad social. Otro reto incluye el cómo medir el ejercicio responsable del negocio desde la perspectiva de su rentabilidad económica, social y ambiental. “Existen algunos acercamiento de intentos metodológicos, pero ninguno bueno que se haya probado y sea una metodología disponible para poder medir esto”, indica.

El “corto plazismo” de los empresarios es uno de los criterios principales en que se está fallando según Víquez. “Si los empresarios tuvieran la visión de cómo se manejan los negocios en Estados Unidos y en Europa, donde las corporaciones tienen más 200 años de existencia, las empresas de la región no se derrumbarían luego de pasar por varias generaciones familiares. Cambiar esa mentalidad de lucro en corto tiempo es fundamental, porque se contribuye con esto a la corrupción con tal de sacar toda la riqueza de manera rápida. Empresas con un pensamiento más a largo plazo que trasciende más allá de la donación y voluntariado es lo que necesita la región”, opina Víquez.

Roxana Víquez

Es directora de Sostenibilidad Regional de BAC Credomatic. Es especialista en materia de desarrollo social, campo en el cual ha ocupado relevantes cargos gubernamentales en Costa Rica. Ha desarrollado consultorías para diversas agencias de las Naciones Unidas, bancos multilaterales y ONGs en 17 países de América Latina y el Caribe. Tiene una Maestría en Administración de Empresas con énfasis en Gerencia de la Universidad Interamericana de Costa Rica y una especialización en Ingeniería Financiera del Instituto Tecnológico de Monterrey, México.

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