Implementos médicos se consolidan como los principales productos de exportación de Costa Rica y República Dominicana.


Los fabricantes de dispositivos médicos se esfuerzan por crear productos innovadores y confiables que mejoren la salud de las personas. Es una industria enmarcada en constantes cambios en la fijación de precios y costos, innovación clínica u operacional, nuevos registros médicos electrónicos cada vez más sofisticados, entre otros.

El crecimiento de esta industria está estrechamente vinculado con el aumento en los gastos mundiales para el cuidado de la salud, que se espera vayan aumentando en base a la prevalencia de enfermedades crónicas y transmisibles, y el aumento de la esperanza de vida.

Deloitte, en su informe “Perspectivas globales de las ciencias de la vida 2017”, estima que durante los cinco años del 2016 al 2021 los ingresos provenientes de las biotecnologías se incrementen a US$314.000 millones. “Una mayor inversión mundial en biotecnología, en particular la proveniente de las economías emergentes, impulsará en gran medida este crecimiento y se espera que la industria se someta a una mayor comercialización para atender el envejecimiento de la población en las economías más desarrolladas”.

Estimaciones realizadas por ProMéxico e IHS Consulting enmarcan que el consumo mundial de dispositivos médicos crecerá a una tasa promedio anual de 5,5% a 2020, en base a proyecciones realizadas con información obtenida en 2015. Según cifras publicadas por TradeMap y la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) de Costa Rica, las exportaciones mundiales en 2016 alcanzaron US$221.527 millones y Costa Rica fue el decimoquinto mayor exportador a nivel mundial.

POSICIONANDO A CENTROAMÉRICA

La Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) reporta que en Centroamérica las exportaciones de instrumentos de medicina, cirugía, odontología o veterinaria en 2017 crecieron un 4% respecto al 2016. Las exportaciones totales fueron de US$2.706,3 millones. Costa Rica es el exportador absoluto de estos productos en la región, exportando el 99,8% del total.

“Las exportaciones de instrumentos de medicina, cirugía, odontología o veterinaria han registrado un monto total exportado de US$8.352,1 millones en el período 2013-2017, lo que corresponde a una tasa de crecimiento del 78,1%”, manifiesta Eduardo Espinoza, director del Centro de Estudios para la Integración Económica de la SIECA. Estados Unidos, Alemania y Japón han sido los principales importadores de estos productos en ese período. Los tres países mostraron tasas de crecimiento sustanciales en 2016, de 7,3%, 3,8% y 7,1%, respectivamente.

Los dispositivos médicos son el principal producto de exportación de Costa Rica. En 2017 representaron el 27% de las exportaciones de bienes, seguido del sector agrícola con 26%, según datos de Procomer.

Estadísticas de Procomer y del Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica (Comex) especifican que la producción de equipo médico y de precisión creció 11% en 2017. El valor de las exportaciones del sector ciencias de la vida, al que pertenecen los fabricantes de dispositivos médicos, fue de US$2.847 millones (US$278 millones más que en 2016) y una cifra superior a los US$580 millones del 2005.

Según Sandro Zolezzi, gerente de investigación de la Coalición Costarricen se de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), este sector exporta una gama amplia de dispositivos en áreas muy diversas. Los principales productos exportados son: equipo de diagnóstico, 5%, dispositivos terapéuticos, 20%, instrumentos médicos, 29%, y desechables 46%. Los principales mercados a los cuales el país centroamericano exportó en 2017 fueron Estados Unidos, Bélgica y Japón.

“Al cierre del 2017, el sector se constituye en la fuente de empleo para 22.399 personas, un 4,5% más que en 2016. El año pasado se generaron 2.726 nuevos empleos en el sector. Actualmente existen 72 empresas dedicadas al rubro en el país”, explica Jorge Sequeira, director general de Cinde.

“Costa Rica es el primer exportador de tecnologías médicas per cápita en América Latina. Después de México, es el segundo país exportador en dólares más grande de dispositivos médicos de la región”, precisa Zolezzi.

A futuro, los retos del país para mantener e impulsar aún más su competitividad interna, será continuar aportando el talento humano con las capacidades y conocimientos necesarios requeridos por la industria y mejorar aún más sus condiciones de competitividad en temas como infraestructura y costos energéticos.

UN MERCADO DE GRANDES EMPRESAS

En República Dominicana el sector de fabricantes de dispositivos médicos y farmacéuticas es uno de los pilares dentro de la industria de zonas francas del país, y posee un gran potencial para la manufactura y la exportación. “La nación ofrece a las empresas del rubro grandes ventajas para sus actividades de desarrollo y manufactura. Muestra de ello es el excelente récord con la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos, así como con otras agencias de salud a nivel global, mano de obra altamente calificada a costos competitivos, moderna infraestructura, ubicación estratégica y acceso preferencial al mercado de Estados Unidos, Europa, América Central y el Caribe”, dice un informe del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD).

Según el CEI-RD, la fabricación de dispositivos médicos en zonas francas inició hace más de 40 años. El país es uno de los principales suplidores de hilo dental, marcapasos y diversos artículos desechables utilizados por los hospitales de Estados Unidos, así como sueros, sábanas, batas, entre otros. Al 2014, era el tercer exportador de instrumentos médicos y el quinto proveedor de los mismos hacia los Estados Unidos.

Las empresas dominicanas del sector implementarán un plan estratégico a cinco años con el objetivo de fortalecer este subsector de la economía nacional. El proyecto contó con el apoyo del Consejo Nacional de Competitividad, y aborda cuatro acciones de trabajo: el desarrollo del capital humano y los encadenamientos productivos, la integración de estrategias para elevar el nivel de competitividad, y el fortalecimiento interno del clúster.

El plan será el principal instrumento de gestión para ayudar al clúster de dispositivos médicos a cumplir con su misión y enfrentar los desafíos actuales y futuros, explica Luisa Fernández Durán, directora ejecutiva del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE). El país tiene 31 empresas que se encuentran operando bajo el régimen de zonas francas del subsector de manufactura de productos médicos y farmacéuticos, generando más de 22.000 empleos directos, con una inversión acumulada de US$995 millones.

En 2016 las zonas francas exportaron instrumentos médicos por un valor de US$1.496,7 millones, con un crecimiento del 9,9% con respecto al 2015, según cifras del Banco Central.

OPORTUNIDADES DE LA REGIÓN

Polo de desarrollo. Heraeus Medical Components, propiedad del grupo alemán de tecnología, Heraeus, ha estrenado nuevas instalaciones de manufactura y ampliado su producción en Costa Rica.

El sitio reemplaza las primeras instalaciones de la compañía en San José, que comenzó a operar en 2012. “Nuestra nueva planta de producción en Zona Franca La Lima en Cartago, permite a la empresa estar cerca de esta base de clientes, y nos da además el espacio que requerimos para una operación creciente con potencial de expansión futura. Esta planta ha permitido a la compañía triplicar su fuerza de trabajo a más de 160 empleados, con funciones en ingeniería y operaciones. Se espera que la compañía duplique el número de puestos de trabajo para el 2020”, dice Patrick Griffin, gerente general de la empresa en Costa Rica.

La mayoría de los dispositivos de la empresa son herramientas críticas de acceso y entrega, utilizadas para llevar a cabo tratamientos de precisión en una gama de procedimientos cardíacos y vasculares. “Nuestro negocio principal en Costa Rica es producir cables guías para acceso cardiovascular. En este 2018 esperamos producir más de dos millones de unidades, además de otros productos para dispositivos médicos de intervención. La nueva planta en Cartago es una de las razones por la que podremos lograr esos resultados”

Influyendo en la evolución de la salud. Para Johnson & Johnson, los países de Centroamérica y el Caribe constituyen una importante región a nivel empresarial y social, al mejorar el acceso a servicios de salud en la población. “Estamos comprometidos con la región, y por ello queremos seguir invirtiendo en ella para continuar ampliando nuestra sólida presencia y aportar así al bienestar y salud de nuestros clientes, pacientes y consumidores de aquí y todo el mundo. La innovación es un componente esencial de nuestro éxito y desarrollo empresarial”, comenta Viviana Sanabria, Líder de Johnson & Johnson Medical Devices para Centroamérica. Entre 2017 y 2018 esperan lanzar en la región nueve nuevos productos en la división médica de la compañía.

El éxito de la munltinacional en República Dominicana se debe principalmente a que la empresa se ha involucrado con el sector salud. “Trabajamos con la comunidad médica y las instituciones de salud en identificar las mejores soluciones y productos que permitan a los pacientes mejores resultados y a los médicos procedimientos más eficaces. A la vez que velamos por la sostenibilidad a largo plazo. Invertimos importantes recursos en investigación y creamos valor a través de la innovación, para atender cada vez más necesidades médicas no satisfechas”, enfatiza.

La compañía tiene diez años operando dentro del régimen de zonas francas de la República Dominicana, con una nómina global de 126.000 personas y ventas totales por US$25.100 millones.

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