El cultivo del aromático en la región repunta como rubro exportador a pesar de la caída de los precios a nivel internacional.


La industria cafetalera experimenta un giro enfocado en el reconocimiento de la calidad del café premiando con aumentos significativos de precio aquellas producciones exclusivas, personalizadas y de gran calidad. Es lo que se denomina la “tercera ola del café”, un movimiento enfocado en un sector en consumidores más exigentes, con capacidad de distinguir las sutilezas del aroma y acidez. Se requiere de trazabilidad, la forma de cultivo, cosecha y vínculo con el entorno. Considera su cultura, experiencia de consumo y el producto en sí mismo. Compradores lo eligen en base a su origen, producción artesanal, sus distinciones aromáticas y sabores. Un giro significativo respecto de la masificación del consumo, − la primera ola− y el aumento de la calidad de los cafés consumidos − la segunda ola−. Una industria que crece en matices y experiencias exitosas.

Esta tendencia ha comenzado a diseminarse en los países productores de café. Desde el momento en que el agricultor arranca las bayas rojo cerezo de los arbustos para crear las aromáticas tazas de café se establece una cultura en torno a su cultivo, secado, tostado y molienda. Donde, las condiciones ambientales, técnicas utilizadas, y la geografía permiten la identificación de variedades de café con características diferenciadoras.

EXPORTACIÓN DEL AROMÁTICO

El Centro de Estudios de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) reporta que la exportación centroamericana de café y sucedáneos registró un valor de US$3.035 millones en 2017. Una tasa de crecimiento del 27,3% respecto al año anterior.

Desde el punto de vista del comercio de estos bienes a nivel centroamericano, las exportaciones de café y sucedáneos, en el período 2013-2017 registraron un total de US$12.650 millones, lo que equivale a una tasa de crecimiento del 27,7% para el período mencionado.

La Organización Internacional del Café (OIC) indica que la producción de los países centroamericanos ha comenzado a repuntar, la cual había disminuido en las cosechas 2012-2013 y 2013-2014 como consecuencia de la incidencia de la roya en las plantaciones de café. “Esta recuperación se debe principalmente al crecimiento de la producción en Honduras, ya que en el resto de los países centroamericanos se ha mantenido constante y en algunos ha tendido a disminuir”, destaca Ronald Peters, director ejecutivo del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).

Un informe del Famine Early Warning Systems Network y Promecafé establece que desde la temporada 2010-2011, Honduras figura como el principal productor de la región, superando a Guatemala. Honduras es actualmente el tercer productor de café de las Américas, y el sexto a nivel mundial. Cuenta con una extensión cultivada de 285.714 hectáreas, de las cuales aproximadamente el 70% son con variedades resistentes a la roya, tales como Lempira, IHCAFE-90 y Parainema. Las acciones tomadas por este país para mitigar el impacto de la roya han logrado una recuperación más completa que en los otros países de la región.

Miguel Pon, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecafeh), explica que en la cosecha 2015-2016 se exportaron 6,7 millones de sacos, de 46 kg a un precio de US$125,6 por saco. En la cosecha 2016- 2017 se exportaron 9,5 millones de sacos, a un precio de US$139,6 por unidad. Esto denota un aumento en la producción del 41,7% y 11,1% en precio.

Ricardo Arenas Menes, presidente de la Asociación Nacional del Café (Anacafé) comenta que Guatemala ocupaba el primer lugar como exportador de café. “Hubo años en los que nuestras exportaciones alcanzaron los sies millones de sacos de 60 kg. En el 2000 exportamos 4,4 millones de sacos, y en la cosecha pasada 3,3 millones. Esto es una referencia que la producción de nuestro país ha ido decreciendo. Honduras ha incrementado sus exportaciones, gracias a una alianza público-privada de apoyo al sector. Actualmente es el mayor exportador de la región, y el tercero de América, solo lo superan Brasil y Colombia”, manifiesta.

Según los datos del Instituto Hondureño del Café (IHCAFÉ), al 19 de abril de 2018, las exportaciones de café sumaban 5.200 millones de sacos de 46 kg, evidenciando un incremento del 5% comparado a los 4.930 millones de sacos registrados a la misma fecha durante la cosecha 2016- 2017. Los contratos de venta suman un total de 6,55 millones de sacos de 46 kg, evidenciando una disminución del 1% comparado a los 6,59 millones de sacos registrados en 2016-2017.

El precio promedio de exportación por quintal al 19 de abril del 2018 fue de US$122,87, comparado con el precio promedio de 2016-2017 de US$145,59. Existe una disminución del 16%. El valor de las exportaciones es de US$639 millones, mostrando una disminución del 11% comparado con US$718 millones en 2016-2017.

El pronóstico para la cosecha actual en volumen es similar al año anterior: 9,5 millones de sacos, pero con precio promedio menor a los US$123. Esto generará divisas por el orden de los US$1.170 millones. Ese incremento en volumen ha compensado en parte los bajos precios en el mercado internacional. También se ha ingresado a nuevos mercados.

DEMANDA DEL CAFÉ A NIVEL MUNDIAL

La SIECA indica que los principales importadores a nivel mundial de productos del café y sucedáneos para 2016 fueron Estados Unidos, Alemania e Italia. Sin embargo, estos destinos mostraron tasas decrecientes de su demanda de este bien, equivalente 4,8%, 1,1% y 5,9%, respectivamente.

“Estados Unidos de América y la Unión Europea son los destinos principales de los cafés centroamericanos. Se ha dado una apertura importante en los mercados emergentes como Australia, Corea, Taiwán y China, que pueden ser una gran plataforma para ingresar a esos mercados el café Arábigo Lavado centroamericano de alta calidad”, puntualiza el director del Icafé.

A nivel mundial la demanda se está incrementando. “Para el año 2030 se estima un incremento del 50% respecto a la demanda actual. En cuanto a los patrones de consumo, estos están cambiando a nivel mundial. En países en los que tradicionalmente se consume té (China Popular, India, Corea, Taiwán, Japón), ahora los jóvenes están bebiendo más café, y eso es muy bueno para nosotros como países productores”, dice Arenas.

PRECIOS EN EL MERCADO INTERNACIONAL

Los precios bajos afectan a todos los países productores. “El mercado está pagando precios equivalentes a los que se recibían hace más de 30 años. A eso sumémosle el problema de la roya, tasa de cambio baja, altos costos financieros e incrementos al salario mínimo. Estamos llegando a límites que ponen en riesgo la sostenibilidad del cultivo”, detalla el presidente de Anacafé.

En Guatemala trabajan en un plan que pondrá recursos financieros a disposición de los productores para renovación y expansión de cafetales. Créditos blandos diseñados de acuerdo al ciclo del cultivo, evaluando la capacidad de pago, tomando en cuenta las dimensiones del terreno del caficultor, su producción y productividad.

“Costa Rica ha logrado vender su café con altos precios sobre la base de Nueva York, gracias a su alta calidad de taza y excelente proceso de elaboración. La institucionalidad cafetalera de nuestro café mantiene un programa de promoción en los principales mercados y como institucionalidad cafetalera damos trazabilidad económica, desde la planta hasta la exportación del grano”, dice Peters.

El director ejecutivo del Icafé comenta que desde la creación del Foro Mundial de Productores de Café, se ha contratado al renombrado economista Jeffrey Sachs para analizar cuáles han sido los principales factores que han mantenido los precios deprimidos, aunque el consumo mundial ha continuado en aumento. Asimismo, para identificar estrategias que le permitan mayores ingresos a los productores.

RETOS

Los retos son grandes y se trabaja para superarlos. La Anacafé busca mejores precios internacionales del grano puesto que actualmente no se logran cubrir los costos de producción por lo que operan con pérdidas, sin contar que todavía muchos productores se vienen recuperando de los daños provocados por la roya.

El Icafé de Costa Rica determina que el sector enfrenta como desafíos el continuar impulsando la renovación del cultivo, ya que casi un 40% de su área cafetalera está envejecida, al ser cultivos mayores a 25 años. Requieren aumentar los trabajos de investigación con variedades más productivas y tolerantes a plagas y enfermedades como roya. “Debemos fortalecer la investigación, reforzar la transferencia de tecnología y la asistencia técnica a aquellos productores dispuestos a seguir en la actividad. Así como apoyar con acciones la consecución de la sostenibilidad económica del sector cafetalero. El gobierno debe mejorar la infraestructura pública, crédito en condiciones adecuadas al cultivo y pólizas de seguro adecuadas para el cultivo”, revela Peters.

Para Pablo Vargas, presidente ejecutivo de Grupo Britt, el principal reto es buscar salirse del mundo de los commodities, y encontrar estrategias que les permitan a los productores diferenciarse, según sus ventajas competitivas. “Una iniciativa que yo tomaría como gobierno y las asociaciones, de manera inmediata, es incluir el tema del café en toda promoción de turismo”.

CAFÉ GOURMET

“Los buenos cafés de Centroamérica, especialmente de países como Costa Rica y Guatemala, tienen un reconocimiento mundial en la industria. Por lo tanto, los tostadores europeos, asiáticos y de Estados Unidos son los compradores más fuertes. La demanda de café a nivel mundial aumenta año con año, especialmente en ciertos segmentos como el del café gourmet”, expresa Pablo Vargas, presidente ejecutivo de Grupo Britt, empresa costarricense con más de 34 años en la producción, tostado y exportación del café.

“Nuestro modelo de negocio consiste en exportar el producto terminado en bolsas de 340 gramos, tostado y molido o en grano, y no el café verde en sacos de 60 kilogramos como el resto de exportadores. Vendemos nuestros productos tanto a hoteles, restaurantes y cafeterías, como a supermercados de muchos países. Además, se vende al cliente final a través de sus tiendas BrittShops en aeropuertos y otros sitios de interés turístico. El precio de venta al consumidor es en promedio US$10 por bolsa, lo que equivaldría a más de US$1.000,00 el quintal de café verde o materia prima”, asegura.

Britt busca los mejores cafés de los países donde operan, y los tuestan según los gustos de los consumidores. La fórmula les ha permitido crecer con tiendas propias en 11 países y exportar los productos de manera continua a más de 20 naciones.

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