Grupos financieros de capital extranjero compiten con instituciones bancarias centroamericanas. Banca centroamericana destaca exitosamente en la expansión de sus operaciones regionales.


El sector bancario de Centroamérica está dominado por grandes grupos financieros. Se fortalecen las entidades bancarias regionales de capitales locales y extranjeros. Un 40% de los bancos de Centroamérica, Panamá y República Dominicana pertenece a estos grupos financieros.

Un impulso decisivo a esa capacidad local de internacionalizarse regionalmente ha surgido como un efecto de la participación de “capitales foráneos” en la banca local. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo indica que la banca extranjera ha tenido una importante participación en los sistemas financieros de Centroamérica y República Dominicana en los últimos diez años, representando en promedio cerca del 39% de los activos totales del sistema bancario.

“Por ejemplo, entre el 2008 y el 2016, el capital de la banca extranjera en El Salvador representó aproximadamente un 100% de sus activos bancarios, mientras que en República Dominicana este rondó un 10%. Destaca también el hecho de que esta participación no ha variado mucho en este período en la mayoría de los países de la región, con excepción de Guatemala, donde el capital extranjero pasó de representar un 4% en el 2008 a casi un 19% en el 2016”, precisa el informe.

La participación del capital de bancos de la misma región pasó de representar el 6,5% del total de activos en 2008, al 8,8% en el 2012 y 9,4% en el 2016, mientras la banca colombiana pasó en estos mismos años de 3,5%, a 13,0% y finalmente, a 18,5% del total de los activos bancarios de la región en el 2016. “Dentro de los principales grupos financieros que se retiraron o redujeron operaciones [en la región] destacan HSBC de Gran Bretaña, Citibank y GE de Estados Unidos, mientras que en los nuevos participantes incluye a los grupos colombianos Davivienda, Bancolombia, Grupo Aval, y el canadiense Scotiabank”.

GRUPOS FINANCIEROS EN LA REGIÓN

De los 21 grupos financieros que operan en al menos dos países de la región, el Banco de América Central (BAC) – parte del colombiano Grupo Aval–, es el más grande con US$24.573 millones en activos a diciembre 2017, siendo líder también en patrimonio, cartera de crédito, depósitos y utilidades.

“Somos un grupo financiero con una cartera de crédito por US$15,5 mil millones y nuestros clientes nos han dado la confianza en depósitos por US$15,0 mil millones. Estas variables han mostrado un crecimiento cercano al 9% en toda la región, lo cual hemos logrado innovando para dar una atención de calidad y ofreciendo servicios de valor agregado para nuestros clientes, tanto personas, como empresas grandes, medianas y pequeñas. Adicionalmente durante 2017 hemos invertido considerablemente en mejorar nuestros procesos internos, con tal de poder automatizar las labores repetitivas”, expresa Rodolfo Tabash Espinach, presidente de la Junta Directiva del Grupo Financiero BAC Credomatic.

Grupo Bancolombia, de capital colombiano, es el segundo grupo financiero más grande de la región. Con presencia en El Salvador y Panamá, acumuló US$19.371,2 millones en activos en 2017, US$13.576,2 millones en créditos, US$13.303,7 millones en depósitos y US$330,6 millones en utilidades.

El grupo financiero de capital canadiense, Scotiabank, es el tercer grupo de capital extranjero más grande de la región, sumando US$10.862,0 millones en activos, US$8.136,6 millones en créditos, US$8.980,4 millones en depósitos y US$53,6 millones en utilidades en 2017.

Está presente en cuatro países: Costa Rica, El Salvador, Panamá y República Dominicana.

“Scotiabank, como banco internacional, mantiene su liderazgo en el segmento corporativo de empresas a la vez que aumenta su participación en los segmentos comerciales de mayor rentabilidad, la calidad del portafolio está acorde con los parámetros y segmentos de riesgo definidos por el banco para una economía de lento crecimiento”, destaca Diego Masola, gerente general de Scotiabank Costa Rica y vicepresidente senior para Centroamé rica.

El grupo de capital centroamericano más grande es el Grupo Financiero BG (Banco General), de Panamá. Pese a que solamente tiene presencia en Panamá y Costa Rica, acumuló un total de US$16.672,3 millones en activos. La mayor parte proviene del Banco General de Panamá, el banco más grande de la región.

Corporación Banco Industrial de Guatemala es el segundo grupo de capital centroamericano más grande, sumando activos por US$14.454,1 millones en 2017. El grupo tiene presencia en Guatemala, El Salvador, Panamá (BI Bank) y Honduras (Banpaís).

El Banco Nacional de Costa Rica es el tercer grupo de capital centroamericano más grande de la región. Obtuvo un total de US$13.168,8 millones en activos en 2017. El cuarto grupo más grande de capital regional es el Banco de Costa Rica, con US$9.588,8 millones en activos en 2017. Ambos bancos estatales son los socios propietarios del Banco Internacional de Costa Rica (BICSA) en Panamá: el Banco de Costa Rica en un 51% y el Banco Nacional en un 49%.

CRECIMIENTO DE LOS BANCOS REGIONALES

Rolando Martínez, director senior de Instituciones Financieras de Centroamérica para Fitch Ratings, establece que el bajo nivel de bancarización en algunos países da espacio para la entrada de nuevos participantes y para el crecimiento de las franquicias regionales. “Otro aspecto relevante es el nivel de integración comercial en la región, ya que uno de los objetivos de estos grupos financieros es atender a clientes corporativos que operan regionalmente.

No todos los grupos tienen el mismo objetivo de expansión. “Eso más bien depende de sus estrategias y de la etapa en la que se encuentre el grupo. Así, algunos grupos están en la etapa de consolidar sus operaciones regionales y fortalecer sus subsidiarias haciéndolas más rentables. Mientras otros inician sus procesos de expansión, como es el caso de adquisiciones recientes efectuadas por grupo financieros de origen hondureño”, menciona Martínez.

La banca hondureña ha mostrado niveles de solidez que le permiten tener éxito en la expansión de operaciones en el istmo. Tres grupos empresariales destacan entre ellos: Grupo Financiero Ficohsa, Grupo Financiero Atlántida y Grupo Terra. Todos abrieron operaciones en países vecinos en años recientes.

Un grupo empresarial, Grupo Terra incursionó en el sector financiero al adquirir las acciones de Citibank y Citi Tarjetas en El Salvador en 2016. Tras la compra, la institución renació bajo el nombre Banco Cuscatlán. En El Salvador, Grupo Terra adquirió también la aseguradora salvadoreña SISA.

En 2017, el Grupo Financiero Ficohsa sorprendió al mercado con el anuncio de la compra de Seguros Alianza en Guatemala, movimiento que se suma a las adquisiciones recientes por parte del grupo hondureño. Entre ellas se encuentra la compra de las operaciones locales y de consumo de Citibank y Citi Tarjetas en Honduras y Nicaragua. El Grupo tiene presencia bancaria en Honduras, Guatemala, Nicaragua y Panamá, sumando US$5.444,6 millones en activos, US$3.101,7 millones en créditos y depósitos por US$3.095,9 millones.

Grupo Financiero Atlántida adquirió el 99% de las acciones de Banco ProCredit en El Salvador, lanzando oficialmente sus operaciones en noviembre de 2017 bajo el nuevo nombre de Banco Atlántida.

El Grupo controla en El Salvador, desde 2015, la Administradora de Fondos de Pensiones Confía, una de las más grandes de la región. En el mismo país este conglomerado administra la casa corredora de bolsa Atlántida Securities, antes Robles Acciones y Valores, y posee la gestadora de fondos de inversión Atlántida Capital.

El Grupo Atlántida recibió en noviembre 2017 la aprobación de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras para operar como banco en Nicaragua. Con presencia en dos países, a diciembre 2017, el Grupo acumulaba US$3.922,1 millones en activos, US$2.347,2 millones en créditos, US$2.770,9 millones en depósitos y utilidades por US$34,7 millones.

Uno de los grupos de mayor expansión es Promérica. Está presente en todos los países de la región, representado por St. Georges Bank en Panamá. En Guatemala, Promérica adquirió la cartera de Citibank. Le sigue Banco Lafise, que opera en cinco de los siete países de la región, con excepción de El Salvador y Guatemala. Ambos bancos se originan de capitales nicaragüenses. Las instituciones bancarias de capital extranjero acumularon US$70.910,41 millones en activos en 2017. Mientras que los grupos financieros de capital regional sumaron US$112.026,6 millones en activos bancarios.

APUESTA A LA EFICIENCIA Y REDUCCIÓN DE COSTOS

Los bancos tienen como objetivo incrementar su eficiencia operativa. Esto se logra manteniendo sus gastos bajo control, e incrementando la generación de ingresos con sus recursos e infraestructura actual.

“A nivel de gasto es difícil evitar incrementos. Los bancos requieren invertir continuamente en tecnología, debido a que los costos asociados a nuevas regulaciones y procesos de cumplimiento ahora son mayores. En opinión de Fitch, este tipo de gastos es necesario y a la vez positivo en la medida que se fortalecen los controles de riesgos de los bancos. Por lo tanto, la tendencia que observamos es la de alcanzar ahorros principalmente a través de la automatización de procesos y en utilizar de forma más intensa los canales electrónicos”, dice el director.

El especialista señala que las economías de escala alcanzadas por los grupos financieros les dan una ventaja frente a los bancos que operan en un solo país. “Por otro lado, también observamos esfuerzos de los bancos por alcanzar una mayor diversificación de ingresos y eso lo logran ofreciendo un abanico de productos y servicios atractivo para sus clientes, de modo que estos no solamente son clientes de un producto si no de varios

La calificadora de riesgos ha asignado una perspectiva estable a las industrias bancarias de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Panamá para el 2018. “Esta perspectiva indica que esperamos que el desempeño financiero de la banca de estos países sea similar a la de 2017. Por su parte, las industrias bancarias de Honduras y Costa Rica tienen una perspectiva negativa para el presente año porque consideramos que están enfrentando riesgos mayores que podrían desmejorar su desempeño financiero”.

El fortalecimiento de los grupos financieros locales a nivel regional es expresión de un aumento significativo de sus capacidades económicas, técnicas y humanas. Su expansión genera una experiencia y capacidad que permite responder más adecuadamente a las exigencias de clientes empresariales que abordan Centroamérica como una región con gran potencial para desarrollar sus actividades y negocios.

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