Panamá lidera los índices de rendimiento logístico. Honduras y Guatemala con efectos positivos del proceso de Unión Aduanera.  


Los operadores logísticos están bajo constante presión de crecientes requerimientos de sus clientes debido a las expectativas de disponibilidad, calidad y precio del producto o servicio que requieren. Simultáneamente, la frecuencia, velocidad, confiabilidad y seguridad otorgada a la cadena de almacenamiento y transporte generan desconfianza e ineficiencias significativas en las entregas e incremento de los costos que afectan a todos los actores en el flujo de suministro.

Una logística ineficiente provoca un alza de los costos del comercio y reduce la integración global afectando a los países en desarrollo que buscan competir en el mercado global. Examinar aspectos fundamentales del sector logístico como la conectividad, transporte terrestre, emisiones de gases contaminantes, normatividad e infraestructura en puertos y rutas de la región centroamericana es necesario para comprender los retos de una industria indispensable para el éxito comercial internacional.

El proceso logístico de importación y exportación de bienes es más caro en Honduras que en el resto de países centroamericanos. El informe Doing Business 2018 del Banco Mundial revela que el costo de exportación es de US$601 por contenedor, mayor que los US$488 de República Dominicana, US$375 de Costa Rica, US$310 de Guatemala, US$270 de Panamá, US$150 de Nicaragua y US$128 de El Salvador.

En cuanto al tiempo de cumplimiento fronterizo de las exportaciones, en Honduras se tardan 88 horas, 60 en Nicaragua, 36 en Guatemala, 30 en El Salvador, 24 en Panamá, 20 en Costa Rica y 16 en República Dominicana.

El costo de importar es más alto en República Dominicana con US$579, US$490 en Panamá, US$483 en Honduras, US$420 en Costa Rica, US$405 en Guatemala, US$400 en Nicaragua y US$128 en El Salvador. Respecto al tiempo de cumplimiento fronterizo de las importaciones, es de 96 horas en Honduras, 80 en Costa Rica, 72 horas en Nicaragua y Guatemala, 36 en El Salvador, y 24 horas en Panamá y República Dominicana.

INFRAESTRUCTURA AÉREA Y MARÍTIMA

Centroamérica y República Dominicana dispone de 23 aeropuertos internacionales. De estos, nueve tienen terminales de carga habilitados. República Dominicana posee 8 aeropuertos. La región cuenta con 64 puertos y terminales marítimas, de estos 35 están en el Atlántico y 29 en el Pacífico.

Según el Sistema de Información Estadística Portuaria de Centroamérica, el total de carga transitada por los puertos marítimos en Centroamérica en el primer semestre 2016 fue de 69.519 toneladas métricas y 75.832 toneladas métricas en 2017, un aumento interanual de 6.313 toneladas métricas. El país que aumentó considerablemente su variación en carga fue Nicaragua con un incremento de 18,9%, de 2.055 toneladas métricas en los primeros seis meses de 2016 a 2.444 toneladas en el mismo período de 2017.

La cantidad de buques transitados en la región en el primer semestre de 2016 fueron 9.143 y 8.653 en 2017, una disminución de 490 navíos. Nicaragua y el Salvador presentaron un aumento en la variación porce ntual entre años; con 11,5% y 6,8%, respectivamente. Los demás países disminuyeron el tránsito, teniendo Honduras y Panamá los mayores descensos de 12,6% y 8,1%, respectivamente.

Respecto a la cantidad de contenedores procesados entre enero y junio de 2017, Panamá es el líder indiscutible de la región con 4,76 millones de TEUs. Distantemente le sigue Guatemala con 1,13 millones de TEUs, Costa Rica con 1,01 millones, Honduras con 667 mil TEUs, El Salvador con 130 mil y Nicaragua con 119 mil TEUs.

RETOS LOGÍSTICOS

La logística es un elemento fundamental de la productividad de un país porque sus costos repercuten en el precio final de un producto. “En los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los costos de logística representan aproximadamente un 10% del precio final mientras que en los países latinoamericanos representan cerca de un 20%. Reducir estos porcentajes resulta crucial para mejorar la productividad de un país, lo cual a su vez contribuye a un mayor crecimiento económico. A medida que un país sea proveedor de servicios logísticos, como Panamá, también contribuye al crecimiento”, manifiesta Seynabou Sakho, Directora para Centroamérica del Banco Mundial.

De acuerdo al Índice de Desempeño Logístico 2016, (IDL), una medición realizada con el objetivo de mostrar y describir las tendencias globales en materia de logística cada dos años desde el 2007, la situación de cada país en Centroamérica es muy diversa. Se tiene países como Panamá en la posición 40, y otros como Honduras en la 112. En medio están El Salvador en la 83, Costa Rica en la 89, República Dominicana con 91, y Nicaragua en la 102. A pesar de esta diferencia hay aspectos comunes en todos ellos, como la pobre calidad de la infraestructura vial.

“De acuerdo a estudios del Banco Mundial, la velocidad promedio de un camión circulando por Centroamérica es de 11 km/hora. Esto, inevitablemente, tiene consecuencias elevadas en el costo del producto final. Además de ello, también existen retos en relación a las aduanas y los puestos fronterizos de los países. Como Grupo Banco Mundial hemos identificado, en particular, la existencia de largas esperas y altos costos de transacción, especialmente causados por procedimientos manuales duplicativos y regulaciones obsoletas como el Código Aduanero Uniforme Centroamericano (CAUCA), que dificultan el comercio en la región y fuera de ella”, dice.

Otro tema clave para la funcionaria será profundizar en la integración comercial, ya que eso conllevará a una mayor coordinación entre países de las políticas de infraestructura y en las políticas regionales de facilitación del comercio. Para ello, será fundamental ver a Centroamérica no como una suma de países, sino como una región.

“Un factor clave, tanto para mejorar la conectividad como el comercio, es la calidad de la infraestructura vial y mejorar la infraestructura portuaria. Con esto no me refiero a que todos los países tengan grandes puertos, sino a que la región tenga un buen puerto en el Atlántico y otro en el Pacífico, que permitieran buques neopanamax y que, a su vez, estuvieran conectados por una buena infraestructura vial”, comenta.

El Grupo Banco Mundial está desarrollando un proyecto regional de Apoyo a la Implementación del Acuerdo de Facilitación del Comercio de la Organización Mundial del Comercio (AFC-OMC), con el cual se está brindando asistencia técnica a nivel regional, bilateral y nacional.

FORTALEZAS DE LA LOGÍSTICA PANAMEÑA

Uno de los principales impulsores del sector logístico es el Canal de Panamá y su expansión, ya que ha conseguido atraer buques más grandes y una diversificación de las mercancías que se transportan a través del istmo. Un mayor volumen de transporte beneficia directamente a los proveedores de servicios logísticos. Por otro lado, el hecho de que ahora circulen nuevos productos como gas licuado, cuyos buques antes no podían pasar debido al tamaño que tenían, abre nuevas oportunidades para el país.

“Entre los seis rubros que se analizan en el Índice de Desempeño Logístico hay tres donde Panamá mejoró significativamente desde el 2014. Son la calidad de la infraestructura de transporte, la competitividad de los fletes internacionales y la calidad de los servicios de logística. En estas áreas hay mejoras que reflejan el esfuerzo del sector público, como por ejemplo en infraestructura, mientras que otras reflejan el esfuerzo de las empresas proveedoras de servicios logísticos”, enfatiza Sakho.

El Canal expandido replantea el modelo de negocio de Panamá. De uno basado en el tránsito de carga a otro enfocado en la generación de valor. “Este nuevo modelo es más centrado en la mercancía. Busca consolidar inversiones logísticas en el país vinculadas a su posicionamiento geoestratégico. Esta oferta país comprende nuestros activos estratégicos, como los son nuestra plataforma multimodal localizada en el área interoceánica, donde se encuentra el Canal y su expansión, puertos en el Atlántico y el Pacífico de categoría mundial, la Zona Libre de Colón, el Aeropuerto de Tocumen con el Hub de las Américas, y la expansión del área de carga; el ferrocarril de Panamá y la Zona Económica Especial de Panamá Pacífico y zonas francas.

Todo esto este conglomerado es complementado en su desenvolvimiento con una infraestructura de servicios de comunicaciones, financieros y legales que permite operar servicios logísticos de manera continua. Esto permitirá, en los próximos 15 años, lograr la consolidación integral de Panamá como Hub Logístico de categoría mundial al servicio de las Américas”, dice Ana Reyes, coordinadora del Gabinete Logístico de Panamá.

Panamá es una de las economías que más crece en Latinoamérica. El Fondo Monetario Internacional considera que el país crecerá en 5,6% en 2017, ya que es una economía diversificada y basada en servicios. Por esto la Estrategia Logística Nacional 2030 define una oferta país para el sector logístico y es una guía para mantener la competencia y darle sostenibilidad a la posición geográfica y los elementos de valor que pueden derivar de ella.

“La iniciativa es el resultado del trabajo conjunto del sector público y privado que por un poco más de ocho meses participaron en reuniones de trabajo, talleres, grupos de enfoque y encuestas con el objetivo de establecer el destino estratégico del Sector Logístico de Panamá para los próximos 15 años”, explica Reyes. Con la implementación de esta estrategia se garantiza el crecimiento sostenible del país, crecimiento que permitirá que la nación atienda de manera efectiva a cualquiera deuda social pendiente, logrando que los beneficios derivados del Hub Logístico lleguen a todos los panameños.

El Gabinete Logístico es un ente interinstitucional que reúne a todas las instituciones del estado que tienen que ver con el desarrollo del sector logístico de Panamá, con el objetivo de alinear esfuerzos y que trabajen con una sola visión. A él pertenece el Comité Consultivo Permanente integrado por siete miembros que representan al sector privado. A nivel de los procesos se está trabajando en una plataforma tecnológica para el sector logístico y en la modernización de los mismos con el objetivo de facilitar el comercio a través de nuestra plataforma multimodal y contar con trazabilidad documental y de la carga.

“El Operador Económico Autorizado (OEA) es un instrumento de facilitación al comercio que apunta a la modernización y al comercio seguro, por lo que es una herramienta importante en la integración del engranaje logístico. El Programa del OEA es una alianza de colaboración Aduana-Empresa para garantizar la seguridad y confiabilidad de la cadena logística internacional, a través de la participación de empresas exportadoras, transportadoras y agentes aduanales”, comenta Reyes.

Para cubrir cada uno de los componentes y requerimientos de este proceso logístico transversal se van a necesitar profesionales con diferentes tipos de formación. Actualmente, Panamá cuenta con una variedad de programas a nivel de licenciatura y maestría enfocados en el sector logístico. A través de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación se ofrecen becas para maestría en Cadena de Suministro en la Universidad de Georgia Tech. La Universidad Marítima Internacional de Panamá cuenta con programas de licenciatura y maestrías especializados en el área del clúster marítimo portuario.

“La formación técnica se ofrecerá a través del Instituto Técnico Superior Especializado, que contará con carreras de técnicas de dos o tres años y con una metodología de educación de 70% práctico y 30% teórico, permitiendo una rápida inserción al mercado laboral. El instituto atenderá a cinco mil estudiantes. Las carreras se han diseñado en consulta con el sector privado. El instituto estará en operación a inicios del 2019”, indica Reyes.

Uno de los principales retos que tiene el Gabinete Logístico es la modernización de los procesos y la incorporación de tecnología para agilizar el movimiento de carga, y contar con trazabilidad documental y de la carga.

ALIANZA ADUANERA

La Unión Aduanera entre Guatemala y Honduras entró en vigencia en mayo de 2016, pero el 27 de junio de 2017 comenzó a funcionar plenamente con la integración de los sistemas informáticos que mejorarán el control de las operaciones tributarias entre ambos países centroamericanos. Cerca de cumplirse cuatro meses de operaciones es difícil aún determinar resultados macroeconómicos visibles.

Sin embargo, de acuerdo al estudio elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) para estimar los impactos económicos de la Unión Aduanera se simularon dos escenarios de reducción de los costos equivalentes ad valorem (EAV) para el comercio bilateral: escenario menos ambicioso representa una reducción de costos del 30% y el escenario ambicioso, una reducción de costos del 60%.

“De acuerdo con las estimaciones, el cambio esperado en el Producto Interno Bruto (PIB) para Guatemala se encuentra entre 0,2 % y 0,4% en los dos escenarios. En el caso de Honduras, el PIB aumenta en un rango mayor, entre 0,3 % y 0,7%. En cuanto a los cambios en comercio, los resultados muestran que las importaciones para Guatemala se incrementarían entre 0,6% y 1,4%, mientras las exportaciones aumentarían entre 0,4% y 1,5%. En el caso de Honduras, las importaciones y exportaciones aumentarían entre 0,85 % y 2,2%, a una tasa mayor que la de Guatemala. Se esperaría que tras la aplicación de un programa ambicioso, la recaudación fiscal de Honduras y Guatemala aumente en US$37 y US$42 millones, respectivamente. Esto representa el 0,2% del PIB de Honduras y el 0,1% del PIB de Guatemala. Para un programa de facilitación del comercio menos ambicioso, el efecto siempre sería positivo y podría llegar a los US$21 y US$27 millones para Honduras y Guatemala, respectivamente; lo que se traduce en 0,1% y 0,04% del PIB”, expresa Melvin Redondo, secretario general de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA).

Los flujos comerciales entre ambas naciones se verán beneficiados por las mercancías que gozan de libre circulación. En total, existen solamente 358 incisos arancelarios que no están sujetos a la libre circulación entre ambas naciones. “Las exportaciones totales desde Guatemala a Honduras en el 2016 fueron de US$913,9 millones. De esta cantidad, las exportaciones que gozan de libre circulación representan US$656,9 millones, es decir el 71,9%. Los restantes US$257,0 millones equivalen al comercio excluido de la libre circulación, que representa un 28,1%. Las exportaciones totales desde Honduras a Guatemala en el 2016 fueron US$236,2 millones, de esta cantidad las exportaciones que gozan de libre circulación fueron de US$188,5 millones, equivalente al 79,8%. Mientras que US$47,7 millones correspondieron al comercio excluido de la libre circulación, un 20,2% de las exportaciones totales”, describe.

INCORPORACIÓN DE MÁS PAÍSES

Debido a las dimensiones geográficas y comerciales entre ambos países, existen varios beneficios que la Unión Aduanera entre Guatemala y Honduras trae para la región. “El territorio aduanero comprendido entre Guatemala y Honduras suma un total de 220.979 km² de extensión, equivalente al 44,3 % del territorio terrestre de toda Centroamérica. En términos del tamaño de sus economías, la integración profunda entre estos países representa un PIB a precios corrientes de US$92.733 millones en 2017, de acuerdo con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional, y concentran el 36,6 % de la producción regional”, dice el secretario.

En relación al tamaño del mercado consolidado en la integración profunda – en términos de la población– asciende a 24,8 millones de habitantes, lo que corresponde al 53,5% de la población en Centroamérica. La participación de Guatemala y Honduras en el comercio intrarregional asciende conjuntamente a US$2.011,7 millones por concepto de exportaciones acumulado de enero a junio de 2017. Esto significa un 44,1% del total de exportaciones realizadas en el mercado intrarregional.

El Protocolo Habilitante para el Proceso de Integración Profunda hacia el Libre Tránsito de Mercancías y de Personas Naturales entre las Repúblicas de Guatemala y Honduras contiene una cláusula de adhesión que permite que cualquier estado miembro del Tratado General de Integración Económica pueda adherirse al proceso de Integración Profunda de Guatemala y Honduras. Al existir una cláusula de adhesión dentro del Protocolo Habilitante, la inclusión de El Salvador, así como de cualquier otro país miembro del Subsistema Económico depende principalmente de una decisión política por parte de este país.

“Este impulso y compromiso político ya fue adoptado por El Salvador y actualmente se está trabajando en su incorporación al proceso. Se ha programado un calendario de reuniones – desde octubre 2017 hasta febrero 2018. Por otra parte, Nicaragua participa actualmente como observador del proceso y ha manifestado su interés de una eventual adhesión. Tanto la Unión Aduanera Centroamericana como la integración económica de la región, tienen su fundamento en los instrumentos jurídicos de la Integración Económica suscritos entre los seis países que conforman el Subsistema Económico.”

“Se requiere que se siga actuando de forma consistente y comprometida en los aspectos relativos a la integración económica del istmo. Actualmente, toda la región está trabajando en componentes clave de una unión aduanera, tales como la armonización del arancel externo común, armonización de normativa aduanera, homologación de reglamentación técnica, libre comercio de mercancías, entre otros. A medida que se avancen en estos temas, nos acercaremos más a la Unión Aduanera Centroamericana”, precisa Redondo.

Las acciones y actividades que se realizan para avanzar firmemente hacia el objetivo de la unión aduanera regional, son trabajos complementarios que se van reforzando mutuamente para consolidar la meta macro. Redondo refiere que ya se tiene una hoja de ruta para avanzar en la Unión Aduanera 2015-2024, en la cual se establecen plazos, tiempos y responsables para llegar a la meta de forma regional. Asimismo, actualmente se encuentran trabajando en la facilitación del comercio.

“La aprobación de esta Hoja de Ruta evidencia el compromiso político del más alto nivel por parte de los países a nivel regional, que ha sido expresado públicamente por los Presidentes centroamericanos. El caso de Panamá no es una excepción, ya que dicho país, al ser miembro del Subsistema Económico asume los compromisos en esta materia. Aunado a lo anterior, Panamá continúa trabajando fuertemente en completar las responsabilidades de su incorporación a la SIECA, lo que implica consecuentemente, que como Miembro del subsistema está comprometido a formar parte de la Unión Aduanera Centroamericana”.

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