Fernando Poma, Vicepresidente Ejecutivo de Real Hotels and Resorts
“Los países de Centroamérica deben apostar por la seguridad ciudadana y combatir la corrupción para impulsar el desarrollo y lograr el crecimiento acelerado”.
Impulsar el desarrollo y el crecimiento acelerado es un reto que puede ser abordado con seguridad jurídica y beneficios fiscales, especialmente en el sector turístico, expresó Fernando Poma, empresario salvadoreño, que forma parte de la nueva generación de directivos de negocios de Centroamérica. Millennial por su edad, conduce como Vicepresidente Ejecutivo de Real Hotels and Resorts, unas de las empresas multi latinas de hotelería más extendidas de la región.
AméricaEconomía Centroamérica mantuvo una entrevista con motivo de la inauguración de la renovación de uno de sus hoteles emblemas en Tegucigalpa. Con una inversión de US$8 millones, afirmó que la remodelación es herramienta fundamental para reposicionar una instalación hotelera en cualquier destino turístico.
Las obras que comenzaron en febrero del 2017, se extendieron a las 157 habitaciones y a las áreas públicas. Los cuartos cuentan con tinas con duchas de plato, ventanas antiruido, cortinas de obscurecimiento total. Se modernizó el internet de alta velocidad para hacer uso de servicios como streaming. “No solo promovemos el descanso, sino también el entretenimiento en cada uno de los restaurantes”.
Para esta generación de hombres de negocios integrar al servicio básico, en este caso de un hotel, un enfoque integral de entretención es parte de sus experiencias. Señala que un hotel de gran categoría tendrá presente que toda acción es generadora de comunicación, realizando a la par de los cambios de infraestructura, la promoción de la atención personalizada al cliente. “Buscamos que nuestros equipos de trabajo frente a clientes y entre colaboradores, traten de generar muestras de afecto y de esa manera generar una cultura de cariño”. Se alquila no solamente una cama, sino que se transmite una experiencia.
La industria organiza sus costos en dos bloques. Poma menciona que la gestión de las habitaciones son lo más rentable que tiene el negocio hotelero, debido a que los costos operativos de alquilar una habitación son bajos. El área de banquetes y alimentación generan un costo más alto, por los ingredientes de cada comida, el equipo de cocina y la nómina de salarios.
Un indicador clave es la tasa de ocupación. Se manifestó reservado sobre el indicador, señalando que “la tasa de ocupación depende de cada ciudad y del producto”. Comunicar el parámetro no es lo más importante para Poma. Se enfoca en la necesidad del mercado en el cual existe demanda de servicios hoteleros. “Es necesario medir para qué rubro existe la demanda en el lugar que se decide hacer un hotel. Lo otro es poder diferenciar el producto de los existentes. Así se logrará una verdadera diferenciación y se podrá capturar un segmento del mercado más grande que la participación normal inicialmente pensada”. Modernización, entretención, experiencias positivas, diferenciación, todas características de esta nueva generación de empresarios y ejecutivos – millennials – que en los diversos sectores de la economía están cambiando la forma de hacer negocios y experimentar el éxito de sus empresas.
INCENTIVOS FISCALES
No se puede decir que el negocio hotelero es rentable, indica Poma. Sólo lo es para aquel inversionista que tiene la estrategia del negocio orientada y sabe mucho del mismo, pues es una profesión muy compleja. “Es difícil hacerlo si no se cuenta con la experiencia, no sólo de manera operativa, sino también sobre cómo armar el negocio y la parte financiera”, explica.
La exoneración de impuestos es un tema importante hoy en día, determina el empresario. En todos los países donde el Grupo ha crecido recientemente han tenido algún tipo de exoneración de impuestos. “En República Dominicana acabamos de construir un hotel. Nos dieron 15 años de exoneración de impuestos y en Colombia nos dieron 30 años. Es difícil que este tipo de negocios, que una inversión a largo plazo pueda salir bien, si no existen ciertos factores que ayuden en la rentabilidad al inicio, como tasas de interés bajas o algún tipo de beneficio fiscal”, reflexiona.
El empresario cataloga de “excelente” la nueva Ley de Incentivo al Turismo aprobada por el Congreso Nacional de Honduras. “Todos los inversionistas, en el fondo, buscan dos cosas: rentabilidad y certeza. Cualquier ley o iniciativa que genere mayor predictibilidad a largo plazo mejora las posibilidades que haya mayor inversión. Incentivos fiscales ayudan a generar mayor rentabilidad. Con eso, más personas quieren venir a hacer proyectos a Honduras. Hoy en día todos los países tienen que ser más competitivos en relación a los demás países con quienes compiten para atraer capital e inversión”.
“Lo más importante son las oportunidades para la rentabilidad y la predictibilidad. Lo que se quiere es certeza sobre las reglas con las que el empresario evalúa su inversión, y que no se vayan a cambiar. Los cambios radicales en políticas gubernamentales en relación a la inversión generan incertidumbre, y la inversión le huye a la incertidumbre”.
Según el ejecutivo, la inversión de riesgo se mide en relación a la predictibilidad, a los cambios que pueda haber en seguridad jurídica y ciudadana, en leyes y en la parte fiscal. Es decir que los riesgos son importantes y de la manera en que se miden, es la certidumbre de que las reglas se van a mantener y las cosas no van a cambiar.
RETOS REGIONALES
El tema de seguridad jurídica es muy importante para los inversionistas. “Cada país es diferente, no se puede generalizar tanto. La parte norte de Centroamérica tiene retos en el tema de seguridad ciudadana y corrupción, y es algo que tenemos que afrontar y tratar de solventar porque así nuestros países podrían pegar un salto cuantitativo. Panamá y Costa Rica están a otro nivel, porque son naciones que en el tema de seguridad ciudadana, están más avanzados. Y en el caso de República Dominicana, es un ejemplo de lo que se tiene que hacer, por la continuidad de sus políticas a largo plazo, independientemente del gobierno. Existen tasas de intereses bien bajas, cuentan con una moneda bastante estable, tienen incentivos fiscales de 15 años de renta. Es un país que está creciendo al 6%, el más alto en Latinoamérica”.
“Lo que se quiere es certeza sobre las reglas con las que el empresario evalúa su inversión, y que no se vayan a cambiar. Los cambios radicales en políticas gubernamentales en relación a la inversión generan incertidumbre, y la inversión le huye a la incertidumbre.”