Para lograr una producción de energía en una matriz de oferta eficiente, confiable y competitiva, el SIEPAC debe apostar por la inversión, sincronización y refuerzo de la transmisión regional.


El Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC) integra los sistemas eléctricos de seis países: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Entró en operación en junio de 2013, e incluye una línea de transmisión de 1.800 kilómetros con un voltaje de 230 KV y una capacidad instalada para transportar 300 MW. Posee 15 subestaciones de transmisión distribuidas en todos los países de la red.

La inversión total del proyecto fue de casi US$500 millones, incluyendo US$253,5 millones aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Los fondos restantes provinieron del Banco Centroamericano de Integración Económica, del Banco de Desarrollo de América Latina, de Bancomext y Banco Davivienda.

En 2016 la compra de electricidad entre los seis países a través del SIEPAC alcanzó los 1.626 GWh. El Salvador fue el mayor comprador, demandando 843 GWh, equivalente al 51,8% del total. El mayor vendedor fue Guatemala, surtiendo 790 GWh, un 53,7% del total inyectado. Este país también fue el que menos compró, adquiriendo solamente 4,2 GWh.

El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica compraron más de lo que suplieron a la red. Panamá fue el segundo mayor vendedor, enviando 294 GWh, el equivalente al 20% del total inyectado.

La comercialización de energía en lo que va del 2017 ha crecido en un 21,6% respecto al cierre de 2016. Guatemala sigue siendo el país que más inyecta a la red. Mientras que El Salvador continúa como el mayor comprador.

El SIEPAC, además de la infraestructura eléctrica, incluye la creación del Mercado Eléctrico Regional (MER) de los seis países centroamericanos a partir de la suscripción del Tratado Marco del Mercado Eléctrico de América Central. El MER actúa como un séptimo mercado superpuesto a los mercados nacionales y con ello es posible realizar, a nivel de cada país, operaciones de importación y exportación de energía.

A tres años de la entrada en operación comercial de la integración energética en Centroamérica, AméricaEconomía Centroamérica conversó con Carlos Jácome, especialista regional de energía del BID en la Representación de Honduras para hablar sobre lo que le depara a la red SIEPAC.

RETOS POR ENFRENTAR

Para el especialista, uno de los principales desafíos es lograr que la expansión de generación y transmisión que existe en cada uno de los seis países se realice de manera coordinada con la planificación regional, para lograr la optimización de recursos regionales de tal manera que se logre una producción de energía en una matriz de oferta eficiente, confiable, y competitiva.

Se requiere exhortar a los países en atender las inversiones requeridas en los refuerzos nacionales de transmisión a fin de potenciar el uso del SIEPAC.

Carlos Jácome | Especialista regional de energía del BID

Además de ajustes a la sincronización de los esquemas de desconexión automática de los sistemas eléctricos nacionales y el regional, se requieren realizar las inversiones en los sistemas nacionales que permitan recuperar la capacidad de transmisión regional de 300 MW fijada por el regulador regional, la Comisión Regional de Interconexión Eléctrica (CRIE). Lo que se busca es “que los sistemas nacionales no utilicen la capacidad regional para el suministro interno. Asimismo garantizar el compromiso de los países de planificar y ejecutar, de manera oportuna, las obras en los sistemas de transmisión nacionales que se requieran para mantener dicha capacidad de transmisión regional en el largo plazo”, manifiesta.

Otro desafío para el sector de transmisión es la puesta en ejecución de los refuerzos nacionales en los países con la finalidad de mantener y ampliar la capacidad de transmisión regional. “De esta manera la capacidad de transmisión regional no se verá reducida por atrasos en la planificación y ejecución de expansiones de los sistemas eléctricos nacionales. Los esfuerzos de desarrollo de infraestructura deben acompañarse de una armonización regulatoria a nivel de cada país y a nivel regional en el MER, a fin de evitar discrepancias entre las reglas nacionales y las regionales”, refiere.

IMPULSANDO EL DESARROLLO

La energía es fundamental para el desarrollo de los países. El desarrollo sostenible de los países se logra en la medida que se crea un equilibrio entre el crecimiento económico, la conservación del ambiente y participación social. “La energía es un factor clave para alcanzar el desarrollo sostenible debido a que el crecimiento económico está asociado a la producción de bienes y servicios con valor agregado. El suministro de energía debe ser accesible tanto física como financieramente, en condiciones continuas para asegurar la producción de bienes o servicios. Desde el punto de vista de la conservación del ambiente está vinculado con la producción de energía baja en carbono, que privilegie el uso de fuentes renovables locales y la integración energética y mediante el uso eficiente de energía es fundamental para mitigar los efectos de cambio climático”, señala el experto.

Finalmente, desde el punto de vista social, el especialista indica que se deben formular políticas que permitan el acceso de energía para la sociedad. El acceso a energía no solo incluye el acceso de electricidad, sino a fuentes modernas y más limpias para la cocción, una de las principales actividades que demandan energía a nivel residencial. “El crecimiento económico de los países acompañados de programas de producción, transporte y uso eficiente de la energía contribuirán a que la intensidad energética (relación entre el consumo de energía y producto interno bruto) sea baja, lo cual constituye un indicador de eficiencia”, ejemplifica.

Para lograr esto a nivel de los gobiernos es importante desarrollar políticas energéticas que a nivel nacional promuevan la integración energética regional. Desde el punto de vista regulatorio, Jácome dice que es importante poner en funcionamiento las normativas y regulaciones que son requeridas en los países para la planificación y ejecución de las obras de transmisión que aseguren la disponibilidad del transporte regional. A nivel de la región se debe desarrollar el marco legal que posibilite el intercambio de energía a largo plazo en el MER.

Asimismo, “se requiere exhortar a los países en atender las inversiones requeridas en los refuerzos nacionales de transmisión a fin de potenciar el uso del SIEPAC”.

PROYECCIÓN

Centroamérica es una región que experimenta un importante crecimiento económico y con una cultura de integración económica y energética. Para los próximos cincos años se vislumbra un importante crecimiento en la participación de energía renovable, buscando reducir la volatilidad de la incidencia de los precios de hidrocarburos, en especial por tratarse de países importadores de ellos. “El desarrollo de la tecnología eólica y fotovoltaica se realiza en períodos cortos de tiempo y la reducción de los precios de ellas hacen que su presencia en las matrices de generación incremente. Es muy conocido que una de las alternativas económicamente viable para incrementar el porcentaje de participación de energías renovables variables (ERV) – solar y eólica – en la matriz de generación de un país es la integración energética regional. En especial en aquellos casos en los cuales la presencia de las ERV ha alcanzado niveles altos en el sistema interconectado nacional. Cuando ello ocurre se pueden realizar exportaciones al sistema regional y de esta manera se incrementa la participación en la matriz de generación, reduciendo el curtailment en plantas de generación de ERV. Por otro lado, el comportamiento del recurso hidroeléctrico varía en la región y en algunos casos se vuelve complementario”, comenta.

Finalmente, el desarrollo de proyectos de generación térmica empleando como combustible el gas natural cada vez toma mayor presencia en la región. El tamaño de los proyectos, por la naturaleza de la infraestructura de las plantas de generación térmica, es grande, con lo cual se visualiza una mayor comercialización de energía. Esto con la finalidad que los operadores nacionales de plantas de generación busquen incrementar la producción de energía para trabajar con mayores niveles de eficiencia en las plantas de generación.

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