Informe del Banco Mundial espera que el crecimiento del PIB alcance un 3,9% en 2017 y 2018 en Centroamérica.


De acuerdo con un nuevo reporte de proyecciones del Banco Mundial, Centroamérica volverá a crecer tras sufrir una contracción del PIB de 4,5% a 3,8% entre 2015 y 2016. En tanto, el resto de América Latina y el Caribe experimentará un crecimiento de 1,2% hasta finales de 2017 tras una decrecimiento significativo de -1,3% en 2016.

Sin embargo, con un entorno global que sigue siendo neutral para el crecimiento en la región, los gestores de políticas tendrán que hilar delgado a fin de aumentar el crecimiento al tiempo de garantizar protección a los más vulnerables.

En su último informe semestral, “Entre la espada y la pared: La encrucijada de la política monetaria en América Latina y el Caribe”, la Oficina del Economista Jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe explora el potencial de la política monetaria para apoyar el crecimiento, sin arriesgar difíciles logros obtenidos en la batalla contra la inflación.

Para América Latina y el Caribe, los analistas de mercado pronostican un crecimiento del PIB del 1,2% para el 2017 y del 2,3% para el 2018, mientras que el crecimiento en Centroamérica y el Caribe se mantendrán cerca del 4% tanto en 2017 como en 2018.

“Sin un rol determinante por parte de los motores externos de crecimiento, tales como los altos precios de commodities, la región tendrá que depender de sus propias fuentes de crecimiento”, afirmó Carlos Végh, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. “Reformas en los mercados de trabajo y en la educación y aumentos en inversión en infraestructura, serán clave, así como abordar la situación fiscal”.

El informe revela que 28 de los 32 países de la región mostrarán un saldo fiscal global negativo en 2017, incluyendo todos los países centroamericanos y República Dominicana. Las tasas de deuda promedio se calcula que se situarán en 58,7% del PIB, con seis países con tasas superiores al 80%. Finalmente, la reciente serie de desastres naturales en la región sólo aumentará las presiones fiscales existentes debido a las significativas pérdidas.

“Si bien es cierto que los países de la región todavía necesitan hacer ajustes fiscales para adaptarse a la nueva realidad tras la bonanza de los commodities, muchos países tienen razón en hacerlo gradualmente y así evitar una nueva recesión”, dijo Végh. “Esto naturalmente tiende a poner más de la carga sobre la política monetaria para ayudar a reactivar la economía”.

El informe identifica un dilema crítico de política monetaria que enfrentan los países de América Latina y el Caribe. Los países industrializados pueden reducir las tasas de interés para estimular la economía sin preocuparse por la depreciación de la moneda, el aumento de la inflación o la inestabilidad macroeconómica.

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