La emigración de cerca de un 10% de los habitantes de Centroamérica principalmente a los Estados Unidos, representa un obstáculo para el desarrollo económico futuro de la región.
El documento de trabajo del Fondo Monetario Internacional referido a Migración y remesas en América Latina, estudia los motores del crecimiento y la estabilización macroeconómica del área. El informe centrado en las recientes tendencias de migración y el comportamiento de las remesas revela el impacto en las familias de las transferencias que los trabajadores migrantes envían a sus países de origen. Se estima que las remesas aportan entre un 8% y un 15% del PIB según sea el país receptor y la cantidad de emigrantes en el exterior.
Sin embargo, este proceso de emigración de trabajadores también puede afectar el desarrollo de la economía de cada país. El informe señala que estos procesos masivos de emigración pueden tener efectos negativos relacionados con la disminución de los recursos laborales, la productividad y la “fuga de cerebros”.
La denominada “fuga de cerebros” es una expresión utilizada para describir la emigración de talento calificado formado por profesionales –habitualmente universitarios- de su país de origen a naciones más desarrolladas. Se estima que más de un 3% de los emigrantes centroamericanos, tienen más de cinco años de estudios universitarios.
La emigración de profesionales causa un doble impacto en las economías de los países emergentes, debido a que no solo están perdiendo titulados calificados que pueden aportar al desarrollo de su comunidad, sino que también se frustra el beneficio social del costo de la educación que recibieron. En gran parte de los países de la región el sistema universitario es mixto. Es decir, operan universidades públicas y privadas. La mayor parte de los profesionales se forman en universidades públicas de costos muy bajos o gratuitas, financiadas por presupuestos públicos. Se genera así una pérdida de recursos que se multiplica, se deja de utilizar el talento del profesional emigrante en su país de origen y no se recuperan los costos de su educación universitaria.