El interés de los organizadores del Foro Económico Mundial realizado en junio en San Petersburgo demostró el interés que despierta el área Latinoamericana al agendar un panel sobre las relaciones entre la Unión Económica Euroasiática y América Latina.
El evento conducido por el periodista ruso Sergey Brilev, con la asistencia de oradores latinos de Venezuela, Haití, Cuba, Uruguay, Bolivia y Dominica, además de funcionarios de organismos internacionales y rusos, reforzó el reconocimiento de la existencia de una renovada atención a los potenciales vínculos entre los países de Euro Asia e Hispanoamérica.
Sin desconocer los méritos y el esfuerzo de estructurar un dialogo sobre las oportunidades comerciales y de cooperación entre regiones tan distantes, los resultados del panel fueron muy limitados.
La debilidad principal radico en la dominante presencia de expositores de los países con las economías más atrasadas del continente americano, que coinciden en operar sobre modelos partidistas que están alejados del concepto clásico de democracia y que en el pasado fueron simpatizantes o aliados de la desaparecida unión soviética.
El resultado oriento un dialogo basado más en un enfoque político del momento económico, sobre el cual existen oportunidades de crear nuevos mecanismos que faciliten la integración comercial de ambas regiones, que en aprovechar las experiencias exitosas de países latinos con naciones del medio oriente y asiáticas.
A pesar de esfuerzo de Brilev de acentuar las ventajas económicas abiertas para América Latina, cuando describió que “mariscos socialistas(cubanos) son consumidos por los nuevos capitalistas rusos”, algunos de los panelistas se centraron en declaraciones más políticas que económicas.
Uno de los momentos incomodos ocurrió cuando el ministro de Venezuela Jesús Faria Torsosa, visiblemente nervioso, ajeno a la temática del panel se dedicó a hacer una defensa del proyecto constitucional de régimen Bolivariano. Atribuyo las protestas y malestar social de los venezolanos a una orquestada campana de prensa de medios de comunicación capitalistas. Silencio, cambio de tema y algunos asistentes que se retiraron del panel, fue la respuesta que recibió de su intervención.
Otra de las declaraciones sorprendentes fue la del Ministro Aviol Fleurant de Haití, quien asocio la incapacidad de su país para desarrollarse a las tasas de interés de los créditos internacionales que la nación ha recibido y que le impiden progresar.
Mas sensatez mostro el ministro cubano Rodrigo Malmierca, que a pesar de las diferencias entre modelo cubano y el resto de las economías de la región, apunto a que la colaboración entre la comunidad Euroasiática y América Latina debe complementarse económica y tecnológicamente. Dejo de lado la ideología para destacar el pragmatismo de las oportunidades económicas entre los países y regiones.
Destacable fue la participación de Carlos Chanduvi, Director para América Latina de la Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, quien reconociendo la voluntad política de los Estados para aumentar los ritmos de cooperación entre las regiones se centró en la necesidad de desarrollar instrumentos prácticos y concretos para estimular el comercio entre los países. Acentuó que existe el compromiso político para que las agencias de desarrollo de las naciones de ambas áreas colaboren eficazmente y que debe estimularse el dialogo entre empresas privadas para aumentar el comercio.
En esta misma dirección la participación del Sergey Dankvert, jefe del servicio de vigilancia fitosanitaria de Rusia, se orientó a la necesidad de su país de aumentar las importaciones de alimentos de América Latina. Señalo que Ecuador aumento en un 150% la exportación de productos del mar a Rusia el año pasado. Argentina y tiene grandes oportunidades de proveer a Rusia de alimentos como frutas, carne, mariscos y productos lácteos.
México planea abrir una oficina en Rusia, antes que comience el mundial de futbol del 2018, con el objeto de incrementar las exportaciones de aguacates y tequila al área.
El evento se sintetiza en la coincidencia de enfoque de varios de los expositores y asistentes en que la comunidad euroasiática ofrece oportunidades de incremento del comercio con América Latina. Especialmente al reconocer que las alianzas regionales como el SIECA, representan un mecanismo de facilitación del comercio entre la unión Euroasiática y una determinada región.
El balance del panel fue positivo a pesar de la notoria ausencia de los países más competitivos de la región latinoamericana, como México, Brasil, Chile, Perú o Colombia. La confianza rusa tiende a inclinarse hacia los antiguos aliados de la época soviética, sin reparar que, en este momento de sanciones internacionales al país, son los empresarios de las economías más abiertas los que podrían más rápidamente incrementar el comercio entre Rusia y América Latina.
Carlos Ramos. Ph.D