“El sector financiero regional es bastante robusto y sano”.

“Integración facilita soluciones competitivas e innovadoras”.

“Cambios por el control de lavado de activos originan dificultades para mover capital”.


 No solo lo afirman los expertos, los banqueros y las cifras. Desde el enfoque gerencial se percibe también un sector financiero regional bastante robusto y sano que ha venido concentrándose y consolidándose para no quedarse atrás ante los grandes referentes bancarios y continuar como un bastión fundamental del crecimiento económico en cada uno de los países.

Ese pensamiento es compartido por Gregorio Zelaya Arango, director administrativo financiero de la Compañía Azucarera Salvadoreña (CASSA), con más de 20 años de experiencia laboral enfocada en el área financiera, estratégica, seguros, relaciones bancarias, gestión de equipos de trabajo, presupuestos, juntas directivas y generación de valor de manera integral.

Considera que el sector financiero salvadoreño ha evolucionado favorablemente con solvencia en los últimos años debido a la buena administración de recursos de terceros. “El crecimiento de los préstamos en los últimos tres años ha sido desde los US$10.500 millones hasta los US$12.400 millones. Estos han sido financiados por medio del crecimiento de depósitos privados y una disminución de los depósitos del sector público”, expone. En general, los bancos, cooperativas, aseguradoras, fondos de pensiones y emisores de tarjetas de crédito han sido claves para que de forma integral haya soluciones a las demandas financieras variadas de los clientes.

La banca de inversión ha venido desarrollándose en los últimos años y está en etapa de crecimiento con una mayor participación en los mercados de capitales y una oferta importante de servicios de asesoría financiera para las empresas e individuos interesados en esta alternativa.

Gregorio Zelaya Arango, Director administrativo financiero de CASSA

“Todos se complementan, cada uno en su especialización. Esta integración facilita soluciones competitivas e innovadoras en condiciones y precio”, refiere Gregorio Zelaya.

Para ello se han tomado en cuenta diferentes estrategias con el fin de satisfacer a los usuarios del sistema, aún y cuando son más visibles las iniciativas de los bancos en temas de innovación y agilidad para captar y facilitar un alto número de operaciones para clientes empresariales y público en general.

En ese sentido, el experto indica que los mayores avances en el sector financiero salvadoreño, y en la región, pasan además por la tecnología y por facilitarlas operaciones financieras en cuanto a la seguridad, agilidad, nuevos servicios y cercanía. “Las transferencias interbancarias y la disponibilidad de fondos con menos días de compensación ha sido un tema favorable que facilita la operatividad en general”, añade. No obstante, cree que hay retos importantes, como en El Salvador, donde la demanda de fondos se generaliza ante posibles problemas de liquidez que las empresas pudieran enfrentar por el incumplimiento en el pago de las entidades, ante el problema de caja que atraviesa el país.

“En la medida que haya participantes externos con soluciones innovadoras y variadas, facilitará la actividad financiera por medio de productos y servicios adhoc a las necesidades de cada quién.

Éstas soluciones deben adaptarse a la realidad y el entorno, en especial a la situación particular de El Salvador, donde en la medida que haya una cercanía de las entidades financieras con las empresas y los clientes se pueden obtener mejores resultados y entender mejor el riesgo”, expresa.

ELIMINANDO DEPENDENCIAS

De su lado, Luis Gustavo Mancía, gerente de operaciones de la empresa hondureña Inversiones Avícolas S.A, productora y exportadora de huevos a nivel regional, Estados Unidos y Europa, observa un sector financiero regional con muchos cambios debido al control de lavado de activos.

“Algunos dificultan los movimientos de capital a nivel internacional por la justificación del origen del dinero”, dice. No obstante, el ejecutivo ve muchas oportunidades de mejora para que el sector financiero contribuya a agilizar el comercio tratando por igual a las pequeñas, medianas y grandes empresas. Sobre el sector financiero hondureño considera que está “muy conservador” debido a los tiempos que se atraviesan como país y región. “Solo incentivando a los sectores productivos, ya sean privados o públicos, podremos desarrollar un país que no dependa de las remesas y de los negocios ilícitos”, manifiesta.

Luis Mancía reconoce que se ha apoyado constantemente la actividad avícola desde sus inicios, a tal grado que se ha acumulado una deuda con el sistema que ronda los US$1.000 millones para negocios en marcha. Sin embargo, no puede obviar que para los nuevos proyectos se presentan obstáculos. “La falta de acceso a los créditos por la misma falta de garantías hipotecarias, el know how del negocio y dificultades de acceso a los mercados hacen que los pequeños y medianos productores carezcan de oportunidades para mantener sus explotaciones avícolas”.

Los retos más grandes del sector financiero pasan por cómo alejar el dinero sucio de la banca nacional o regional. Unificar los criterios sobre las operaciones regionales e incentivar a las mipymes de todo Centroamérica para mejorar la sociedad en la que vivimos.

Luis Gustavo Mancía, Gerente de Operaciones de Inversiones Avícolas S.A.

Desde un enfoque positivo se refiere a la bancarización electrónica de bancos nacionales y regionales. “Hay alianzas estratégicas entre ellos para proyectos de gran inversión (energía, comunicación, infraestructura, entre otros), así como el uso de tecnologías de información para mejorar procesos que anteriormente eran más burocráticos y lentos”.

TRAYECTORIA CONSOLIDADA

El economista Franco Naranjo, director de Finanzas del costarricense Grupo Monge, y con más de 15 años de experiencia en banca, coincide en que el sector financiero regional se ha consolidado, profundizado y sofisticado. Opina que las superintendencias han adoptado normas y reglamentos que fortalecen las actividades financieras en los diferentes países.

El Grupo Monge, con más de 45 años de trayectoria, tiene presencia en Costa Rica, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Perú con más de 500 puntos de venta. Posee alianzas comerciales con más de 20 instituciones financieras en toda Centroamérica, y también con algunas de Sudamérica.

Un sistema financiero se fortalece en tanto sus diferentes agentes ofrezcan gamas de productos y servicios que se complementen entre ellos, como se ha venido presentando en el sistema costarricense.

Franco Naranjo Director de Finanzas del Grupo Monge

“El apoyo y confianza ha sido importante para nuestro proceso de expansión y consolidación”. Un sistema financiero se fortalece en tanto sus diferentes agentes ofrezcan gamas de productos y servicios que se complementen entre ellos, como se ha venido presentando en el sistema tico. “Hoy en día, en Costa Rica tenemos una banca más eficiente, competitiva y ágil. Todos ofrecen plataformas tecnológicas y robustas para el beneficio de todos y para la estabilidad de los sistemas financieros”, asegura Naranjo.

Sobre las disposiciones por el control de lavado de activos en las operaciones bancarias, el ejecutivo enfatiza en que es obligación de toda empresa darle al banco la información que requiera.

“En el Grupo Monge somos respetuosos de las disposiciones y controles de todos los países donde operamos.

Creemos que la forma correcta de hacer negocios es conociéndonos ambos (banco y cliente) con profundidad. De ahí que nunca ha significado una dificultad y lejos de eso cada vez hay más relaciones con ellos”, concluye.

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