Marzo 2017 | Edición No.11


LIDERAZGOS

Comenzamos el año en alerta. Las noticias respecto del rumbo de la política americana en relación a la región marcan la agenda de empresarios y gobiernos. El liderazgo hacia adentro planteado por el Presidente Trump descoloca las tradicionales proyecciones sobre el comportamiento de la economía y a la vez impiden una planificación sin sorpresas.

Al mismo tiempo, las polémicas no han permitido que propuestas de gran importancia destaquen apropiadamente. A finales de enero, en una reunión con líderes empresariales el Presidente Trump señalo que los inversionistas verán una drástica reducción de impuestos y como consecuencia se facilitará la construcción de fábricas y empleos.  La prensa informó que “el plan del mandatario considera recortar los impuestos y las regulaciones a la clase media y a las empresas”. Expertos señalaron que, dependiendo del tramo, las reducciones estarían entre un 15 y un 20%. El Presidente Trump, sabe que la liberación de caja de las empresas vía reducciones de impuestos se trasladan rápidamente a nuevas inversiones, renovación de equipamiento, adopción de innovaciones y consumo. Unos estímulos que sumados a inversiones en infraestructura pública correctamente evaluadas, estimula la creación de empleos de una nación.

Un enfoque económico muy diferente al sostenido en en algunos de los países de la región que sistemáticamente modifican los sistemas tributarios enfocados en obtener mayores proporciones de la renta de sus ciudadanos.  Es cierto que la recaudación es proporcionalmente baja, pero también se debe a que una gran parte de la población está fuera de la economía formal. La asimetría en la asignación de impuestos, tasas y toda clase de tributos disfrazados conduce a desequilibrios que dificultan inversiones y creación de empleos. No es casualidad entonces que los sectores económicos de mayor crecimiento y sostenibilidad de la región sean aquellos que disponen de normativas de impuestos reducidos o inexistentes. La preocupación de los gobiernos por disponer de leyes especiales para la maquila y el sector turismo reconocen claramente estos efectos.

En este panorama de cambios sorpresivos y de noticias importantes que no se destacan apropiadamente, los liderazgos personales cobran especial vigencia. En momentos de mayor incertidumbre, la presencia de líderes entusiastas e inspiradores, concentrados en sus objetivos se convierte en una de las claves para el éxito de las empresas y países.

En esta edición analizamos el perfil de los líderes financieros de la región. Entrevistamos a algunos de los más destacados para validar sus enfoques respecto de sus estrategias y lo que esperan de la ola de incertidumbre post Obama. La respuesta ha sido confianza y calma. Centroamérica tiene una base que le permite enfrentar potenciales desequilibrios a pesar de sus dificultades.

En esta misma línea, las empresas reconocen un cambio que se avecina. La irrupción como consumidores masivos a los jóvenes de la generación millennials y la Generación Z. Grupos etarios que nacieron de la mano de la tecnología y que la han incorporado plenamente a sus vidas.  Un cambio profundo en la forma de comportarse que reconoce, entre otras características, que las lealtades tradicionales sobre valores, bienes y productos no permanecen inalterables.

El desafío para los líderes es reconocer estos cambios para mantener a sus empresas en sintonía con estos nuevos clientes empoderados de información y que prefieren experiencias relevantes y personalizadas.

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