Se proyecta que la economía mundial se recuperará en 0,3% este año. Dinamismo de los mercados emergentes motivará la recuperación.
El año 2017 será levemente mejor que el 2016. Se ha proyectado un tasa de crecimiento económico de 3,4%, en tanto que el presente año sufrió una revisión a la baja de 0,1 para concluir en 3,1% a raíz de la votación en junio a favor del abandono del Reino Unido de la Unión Europea (UE), mejor conocido como ‘Brexit’, y de un crecimiento más débil de lo previsto para Estados Unidos.
Al finalizar el año la economía estadounidense registró 178.000 empleos nuevos, una cifra que queda en línea con los 180.000 que proyectaba el mercado. Concordando la tasa de desempleo se redujo en tres décimas hasta el 4,6% y levemente menor al 4,9% proyectado por el mercado. Los avances del empleo son reflejo de la creciente confianza en la economía y aumentan expectativas de que la Fed suba su tasa de interés en su reunión de mediados de diciembre.
Los factores internacionales primarios presionaron con más fuerza a la baja las tasas de interés mundiales, al grado de advertir que, en general, una gran parte de las medidas de “política monetaria” se mantendrá durante más tiempo, según el informe Perspectiva de la Economía Mundial, Demanda Reprimida, Síntomas y Remedios, publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
No obstante, se debe destacar que la reacción de los mercados ante el shock del ‘brexit’ fue ordenada. “El impacto que en última instancia este tendrá no está nada claro, ya que el destino de los acuerdos institucionales y comerciales entre el Reino Unido y la Unión Europea es incierto”, indica el organismo internacional.
Por otro lado, los mercados financieros se comportan mejor frente a las economías emergentes a razón de una expectativa por la reducción de las tasas de interés en las economías avanzadas, las políticas de crecimiento adoptadas por China y cierto afianzamiento de los precios de las materias primas. Sin embargo, las perspectivas entre los países y las regiones se diferencian de una manera drástica.
Economías avanzadas
Las economías avanzadas presentan algunas tendencias negativas. En Estados Unidos se anticipa una ligera pérdida de impulso por un nivel de actividad menor que el previsto en el segundo semestre de 2015 y el primer semestre de 2016, a pesar de tener una postura fiscal que ofrece un leve respaldo y a un ritmo de normalización de la política monetaria más lento de lo esperado.
El efecto Trump inyecta una “dosis de prudencia” en los inversionistas, hasta que se reconozcan las medidas reales implementadas por la nueva administración en los primeros 100 días del Gobierno.
Aunque la creación de empleo es sólida, el mercado de la vivienda mejora y el gasto de los consumidores es vigoroso. “Un prolongado ciclo de corrección de existencias y la atonía de la inversión de las empresas” han ocasionado una revisión a la baja del pronóstico realizados a principios del 2016.
El débil nivel del gasto de capital se debe en parte a una inversión en energía que sigue siendo negativa, la apreciación del dólar, la turbulencia financiera de principio de año y “la mayor incertidumbre en materia de políticas relacionada con el ciclo electoral”.
El FMI pronostica una aceleración del crecimiento de Estados Unidos para el año 2017 hasta 2,2%, siempre que disminuya el lastre del descenso de precios de la energía y se disipe el efecto de la apreciación del dólar. Las órdenes de compra recibidas por las fábricas de Estados Unidos aumentaron a un 2,7% levemente superior a lo esperado.
En tanto, la reactivación de la zona euro seguirá a una tasa ligeramente más baja que en 2015. “Los bajos precios del petróleo, la modesta expansión fiscal en 2016 y la política monetaria acomodaticia respaldarán el crecimiento, en tanto que la menor confianza de los inversores debido a la incertidumbre posterior al voto a favor del brexit será una carga para la actividad económica”.
Se prevé que el crecimiento de este bloque sea más lento a 1,7% al cierre de este año y a 1,5% en 2017. Sin embargo, al finalizar el año, la economía alemana muestra que la demanda recibida en sus fábricas aumentó en un 4,9% porcentaje muy superior al 0,6 que se proyectaba para el período.
Para el Reino Unido se proyecta un avance más lento debido a la incertidumbre causada por el ‘Brexit’, lo que está repercutiendo en las decisiones de inversión y contratación de las empresas, como en las compras de bienes duraderos y vivienda. Las estimaciones son de 1,8% para 2016 y 1,1% en 2017, considerando que el post brexit sea fluido y que el incremento de las barreras económicas no sea tan alto.
También se anticipa que Japón se mantendrá débil porque apenas pasaría de 0,5%, en consonancia con la tasa de crecimiento potencial, a 0,6% en 2017. Se conoció que “la postergación del aumento del impuesto sobre el consumo y las medidas para fomentar el crecimiento –como el presupuesto suplementario y nuevas medidas monetarias expansivas- respaldarán el consumo privado en el corto plazo, contrarrestando parte del freno creado por la mayor incertidumbre, la reciente apreciación del yen y la atonía del crecimiento internacional”.
Ante este escenario de las economías avanzadas, el descontento político y plataformas de políticas contrarias a la integración pueden afianzarse en mayor medida, derivados según el FMI de una considerable incertidumbre y riesgos a la baja.
Economías emergentes
Mientras las economías emergentes de Asia en general, e India en particular, anotan un crecimiento vigoroso, África subsahariana está sufriendo una fuerte desaceleración.
El organismo prevé que China cerrará este año con una tasa de crecimiento de 6,6% gracias al respaldo de las políticas; pero esa cifra se reducirá a 6,2% en 2017 si la economía no sigue recibiendo estímulo.
“En el mediano plazo se ve una economía china reequilibrándose al pasar de la inversión al consumo y de la actividad industrial a la prestación de servicios. Esto será resultado de reformas para fortalecer la red de protección social y la desregulación del sector servicios”. Sin embargo, se prevé que la deuda no financiera incremente a una tasa insostenible, que sumada a la creciente ineficiencia en la asignación de recursos, opaca las perspectivas.
En India, “el PIB seguirá expandiéndose a la tasa más alta entre las principales economías, previéndose un crecimiento de 7,6% en 2016–17”. Se proyecta que las fuertes mejoras de los términos de intercambio, la adopción de medidas de política positivas y las reformas estructurales —que incluyen la aplicación de importantes reformas tributarias y la formalización del marco de metas de inflación— así como una mayor confianza, respalden la demanda y la inversión de los consumidores.
Proyecciones crecimiento económico 2016 y 2017 ( CEPAL )
A corto plazo, sin embargo, es probable que la inversión privada siga viéndose limitada por el deterioro de los balances de las empresas y los bancos públicos.
“Obligadas a adaptarse a la caída de precios de las materias primas, varias economías emergentes y en desarrollo siguen enfrentadas a enormes retos en términos de política económica. Estas preocupantes perspectivas hacen que sea más urgente que nunca aplicar una política de respuesta amplia que logre estimular el crecimiento y manejar las vulnerabilidades”, expone el FMI.
América en recesión
El cierre de 2016 es negativo para América Latina. Se ha previsto que la actividad económica del continente presente una disminución de 0,5%. Es el segundo año consecutivo de una recesión que oculta el hecho de que la mayoría de países siguen creciendo de forma moderada; pero segura, y que la contracción de una cantidad reducida de naciones -que representan aproximadamente la mitad de la economía de la región— obedezca a factores internos.
Así lo establece el informe América Latina y el Caribe: Administrando transiciones, publicado por el organismo, en el que se plantea que el entorno externo ha tenido un impacto diferenciado en la región –con Sudamérica que se ha visto muy afectada por la caída de los precios de las materias primas-. Centroamérica, México y el Caribe se han visto favorecidos con la recuperación de Estados Unidos y con los precios más bajos del petróleo.
No obstante, las diferencias en el desempeño del crecimiento obedecen también a factores internos. “Los países con sólidos fundamentos internos continúan ajustándose relativamente sin problemas; pero en otros países las rigideces y los desequilibrios internos han amplificado los efectos de los shocks externos”, establece el FMI.
“Para administrar esta transición a precios de las materias primas persistentemente más bajos, las políticas deben tener como meta preservar los márgenes de maniobras e impulsar el crecimiento a largo plazo”.
Se prevé que el crecimiento a mediano plazo en el continente siga siendo moderado, debido a que los exportadores de materias primas deben reubicar el capital y la mano de obra fuera de los sectores intensivos en recursos. Mientras, otras economías deben reponer sus stocks de capital.