Se busca reducir las barreras y promover más inversión. Unión aduanera Honduras y Guatemala entrará en operación a mediados de 2017.


La balanza comercial continúa deficitaria para todos los países de Centroamérica, Panamá y República Dominicana. Para unos en mayor grado que para otros, como es el caso de El Salvador y Nicaragua que doblaron sus importaciones en 2016 respecto de 2015.

Las cifras 2016 fueron proyectadas aritméticamente a diciembre. Al hacer los cálculos, la región registró exportaciones por US$46.265,9 millones, lo que significó un 5,3% más que lo anotado el mismo mes de 2015. En tanto, las importaciones fueron por US$86.133 millones, lo que representó un 4,9% menos respecto del año pasado.

Según cifras del Monitor de Comercio de Centroamérica, durante el segundo trimestre de 2016 la región experimentó una variación interanual de -3.4% en el valor de sus exportaciones y del -4.1% en las importaciones. El factor determinante fue la caída en el comercio con terceros socios, en donde las exportaciones extrarregionales disminuyeron un 4.1%, mientras que las importaciones desde el mercado extrarregional descendieron 4.3%. Las exportaciones al mercado intrarregional también experimentaron una contracción del 1.7%, observando condiciones menos favorables a las registradas en el mismo semestre de 2015.

Sin embargo, “observamos que el comercio entre los propios países de la región ha resistido de mejor manera los efectos de fenómenos externos como los embates de la crisis internacional y la caída en el precio de los productos básicos en los últimos años”, expone la Secretaría de Integración Económica Centroamericana.

En línea con este desempeño relativamente más sólido del mercado regional, un 32.7% de las exportaciones totales permanece en la región. Es decir, Centroamérica es su propio segundo mercado en importancia, tras Estados Unidos (33%).

Según estimaciones de la Cepal para el 2016, las exportaciones de la región centroamericana caen por segundo año consecutivo en -1.2%. La reducción será mayor al 2015, cuando se anotó un descenso de -0.6%. Por su parte, las importaciones también disminuirán en 5.0% (en 2015, -1.1%).

Lo anterior se atribuye en buena medida a factores externos, donde continúa un proceso de ralentización del crecimiento de economías avanzadas y el volumen de comercio global.

Productos estrella

El café, los bananos y plátanos, los instrumentos de medicina, cirugía, odontología o veterinaria; aparatos de ortopedia, aceite de palma y jugo de frutas u hortalizas, son los sectores que presentaron crecimientos positivos al primer semestre de 2016 y se perfilan a ser más dinámicos y con crecimiento positivo para el cierre. La maquila se mantiene como un sector de mucha fuerza en Honduras y Nicaragua.

Adicionalmente, factores como la cercanía entre los países y el tamaño de las economías ha fomentado el desarrollo de procesos productivos a escala regional, con un mayor valor agregado. Así, mientras los productos que se exportan a terceros son materias primas (café, azúcar, frutas y otros), la mayor parte del comercio intrarregional se concentra en productos agroindustriales (24.1% del total) e industriales (65.9%), que incluyen categorías como medicinas, artículos para el transporte o envasado, preparaciones alimenticias, agua y productos de panadería o galletería, entre otros.

Tal es el caso de algunas industrias que se han constituido como cadenas regionales de valor con un fuerte componente de valor agregado. El sector lácteo, por ejemplo, está destinado al consumo del mercado regional, en su mayoría – 78% de las exportaciones permanecen en la región. De igual manera, cerca de 90% del sector de alimentos y bebidas y 80% de pinturas y lacas.

Como persisten opciones para profundizar este comercio de mayor valor agregado, Centroamérica continúa trabajando en reducir barreras al comercio y fomentar la inversión en estos sectores, a fin de que la región pueda aprovechar su integración económica y la fortaleza de su mercado como motor de desarrollo.

Unión aduanera

Existe un importante compromiso de alto nivel político con avanzar en la implementación de la unión aduanera entre Guatemala y Honduras. Los trabajos, liderados por el Ministerio de Economía de Guatemala y la Secretaría de Desarrollo Económico de Honduras han permitido avanzar en 13 rondas de negociación que involucraron a áreas de aduanas, aranceles, tributos internos, medidas sanitarias y fitosanitarias, y migración.

Guatemala y Honduras trabajan en la implementación desde el 3 de diciembre de 2014, por mandato presidencial y con el acompañamiento técnico y administrativo de la Sieca. Además, se suscribió un convenio de Cooperación Financiera No Reembolsable por US$1.5 millones entre el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y la Sieca, que habilitaron el Fondo Estructural de Unión Aduanera previsto en el Protocolo Habilitante para financiar en actividades de desarrollo de infraestructura y señalización en los puestos fronterizos y el desarrollo de aplicaciones informáticas.

Exportaciones e importaciones de la región ( US$ millones )

Como parte de los avances del año, se concluyó el diseño y definición del formato de la Factura y Declaración Única Centroamericana (FYDUCA), que se encuentra en fase de desarrollo informático. También se revisó el diseño de funcionamiento de la libre circulación en los tres puestos de control integrado; el estado de avance de los desarrollos informáticos en los temas aduaneros, tributario, y sanitario; el presupuesto para 2017; los avances en materia de regulaciones sanitarias a las mercancías en libre circulación; aspectos relativos al control migratorio de los pilotos de medios de transporte; y los trabajos del recién creado grupo de transporte aéreo, entre otros.

A raíz de los avances en esta línea, se espera contar con la unión aduanera entre Guatemala y Honduras en operaciones a mediados de 2017. Supondrá un fuerte empuje a los trabajos en el marco regional para consolidar la Unión Aduanera Centroamericana, según las tres etapas definidas en su convenio marco: facilitación del comercio, armonización regulatoria y desarrollo institucional.

Guatemala y El Salvador están trabajando en un proceso de facilitación del comercio bilateral, liderado por los viceministros de los países. A la fecha se ha avanzado en la definición de mecanismos para la coordinación de controles necesarios que garanticen el pago de tributos, inocuidad de productos y prevención de ilícitos. Por su parte, el presidente Daniel Ortega de Nicaragua manifestó su interés de integrar la unión aduanera a sus homólogos de Guatemala y Honduras.

Como parte de los compromisos en avanzar en la consolidación de la Unión Aduanera Centroamericana y la facilitación del comercio, se ha adoptado como prioridad la modernización de pasos fronterizos para agilizar el transporte terrestre de bienes y personas en la región. De esta manera, se acompañan los trabajos por adaptar los puestos fronterizos según los lineamientos de la Unión Aduanera Guatemala-Honduras, y se ha anticipado una serie de necesidades para mejorar la infraestructura en pasos fronterizos, de cara a la implementación a mediano y largo plazo de la Estrategia Centroamericana de Facilitación del Comercio.

Sin embargo, existen también otros esfuerzos a nivel nacional o bilateral para mejorar la infraestructura de pasos fronterizos. Por ejemplo, Guatemala y El Salvador acordaron reparar y construir puentes fronterizos esenciales para el transporte de mercancías y personas entre sus países, en los pasos de Anguiatú-La Ermita; La Hachadura-Pedro de Alvarado; y Las Chinamas-Valle Nuevo.

Conclusiones

Las condiciones de la economía global parecen mantener una serie de riesgos a la baja que podrían deteriorar la recuperación de la economía mundial, con especial énfasis y preocupación en los mercados emergentes como América Latina y el Caribe.

A pesar de lo anterior, el diagnóstico de la región centroamericana señala la existencia de perspectivas de crecimiento económico superiores a las del resto de América Latina y el Caribe. El crecimiento esperado para 2016 se sostiene bajo el supuesto de la continuación de expectativas favorables en torno a la recuperación de sus socios comerciales y la estabilización de los precios de sus exportaciones. No obstante, el efecto de una potencial depreciación de las monedas centroamericanas frente al dólar corresponde a una consideración relevante en términos de su política monetaria y los cambios que generaría sobre la actividad comercial.

La coyuntura brindada por los bajos precios del petróleo debe ser aprovechada por los países de Centroamérica para aumentar las inversiones en energías limpias y sostenibles con el ambiente, reduciendo de esta manera la dependencia de la región con los hidrocarburos y aumentando la competitividad de los sectores productivos. Esta situación además ha generado un efecto monetario importante sobre el valor de las importaciones, mismo que contuvo el deterioro en el saldo de la balanza comercial.

En resumen, la persistencia de riesgos asociados con factores externos se combina con una relativa estabilidad macroeconómica resumida en un crecimiento moderado y bajos niveles de inflación.

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