Xiomara de Ochoa, Jefe de RSE de DELSUR
Infraestructura eléctrica en espacios de convivencia disminuye actos delictivos. Electricidad en zonas rurales es considerado prioridad.
Suministran energía a más de 350.000 usuarios de la zona centro sur de El Salvador, específicamente en San Salvador, La Libertad, La Paz, San Vicente y Cuscatlán, que son atendidos por 309 colaboradores, a los que suma una cantidad similar de trabajadores contratistas o subcontratados.
Se trata de la Distribuidora de Electricidad DELSUR, una empresa salvadoreña que desde el año 2011 forma parte del Grupo EPM que tiene sede en Medellín, Colombia. Se dedica a la transformación, distribución y comercialización de energía eléctrica.
Entre sus propósitos buscan que los territorios sean sostenibles con la prestación de sus servicios, lo que motiva al desarrollo de las comunidades donde operan con los más altos estándares internacionales de seguridad y ética, bajo el respeto del marco regulatorio y legal.
Xiomara de Ochoa, jefe de Comunicaciones y Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de DELSUR, habla con AméricaEconomía Centroamérica sobre los compromisos de esta empresa en contribuir al desarrollo de las comunidades.
La empresa ¿cómo valora su responsabilidad social?
DELSUR es una empresa que cree en la Responsabilidad Social como una estrategia de desarrollo que nos permite mejorar nuestro desempeño como industria de servicio. Somos responsables cuando somos transparentes, cuando somos éticos, cuando los valores que tenemos como empresa son aplicados en todos los niveles.
Beneficiamos a nuestros usuarios con proyectos que contribuyen al desarrollo; pero también lo hacemos al servir energía de calidad, al mantener un flujo constante, evitando al máximo las interrupciones de energía y dar buena atención en nuestras agencias.
¿Qué iniciativas están en curso?
“Tejiendo Esperanzas” es la iniciativa más importante. Este proyecto es la unión de protección al medio ambiente que se logra con el reciclaje de las bobinas de los medidores de energía en desuso. Es el rescate cultural de la técnica del tejido en telar de palanca, pues se patrocinó la construcción de un telar adaptado para ser usado por mujeres y se les capacitó en dicha técnica. Hemos empoderado a 13 mujeres, algunas de ellas jefas de hogar, madres solteras, adultas mayores. Ellas producen y reciben un pago por sus productos.
Se trata de hacer tejidos con el hilo de cobre de las bobinas de los medidores en un telar de palanca. Se elaboran carteras tejidas, cojines, manteles y piezas. Recientemente, se ha incursionado en otros tipos de tejidos como el macramé y el crochet con hilo de cobre.
Este proyecto es sostenible y los productos ya se están exportando. Destacamos la participación de nuestra aliada Lula Mena y su visión para participar en las ferias más importantes de diseño, moda y productos hechos a mano.
Hemos desarrollado el proyecto “Elaboración de Terrarios”, que iniciamos al interior de DELSUR; pero ahora estamos realizando también en las empresas amigas y con la comunidad.
La ética y transparencia deben acompañar la Responsabilidad Social Empresarial.
Estamos construyendo la infraestructura eléctrica de espacios de convivencia ciudadana para disminuir la violencia en cuatro de los municipios más violentos del país. Se trabaja de la mano con las municipalidades y con el USAID.
Reciclaje de postes para la construcción de torres de observación en las áreas protegidas. Este proyecto es el resultado de la alianza con el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Prevención de la violencia en las escuelas a través de la construcción de un manual de convivencia elaborado por alumnos, maestros y padres de familia. Se está en una escuela por un período de dos a tres años y luego se beneficia a otra escuela. Además de proyectos de RSE con nuestros colaboradores, como “Fomento de Vida Saludable”.
Coménteme de los proyectos sobre electricidad rural, buen uso de energía y programas educativos.
En electrificación rural llevamos energía a lugares muy apartados que por el tamaño de la inversión las municipalidades no pueden ayudar. Entramos para contribuir con el 40 o 45% del costo total.
Los beneficiados son familias que estuvieron sin energía por 10 o 15 años y que iluminaron sus vidas con velas. Es importante recalcar que la electrificación rural en mi país es responsabilidad del Gobierno.
“Embajadores de la Seguridad” es un proyecto que desarrollamos con la ayuda de nuestros voluntarios. Visitamos las escuelas y les enseñamos sobre el uso seguro y eficiente de energía, los juramentamos como embajadores y los alumnos de primero a quinto grado se comprometen a instruir a sus padres y conocidos sobre cómo utilizar la energía y el buen uso que debemos darle si queremos que en el futuro no nos falte.
En este proyecto nos hemos aliado con Radio UPA, la radio de los niños, con quienes desarrollamos un programa de radio con la misma temática, pero también hablamos de reciclaje y protección al medio ambiente.
¿Cómo van a cerrar el año?
Ya trabajamos en la conformación de nuevos proyectos. Por ejemplo, un proyecto de potabilización de agua en una escuela, con el que pretendemos mejorar la calidad de vida de los niños y de la comunidad vecina, porque también pondremos accesos para que la comunidad se abastezca de agua potable.
También el proyecto “Buenos vecinos” que estamos planificando desarrollar con la comunidad que está en los alrededores de nuestras instalaciones. Construiremos un pasillo para comunicar los edificios de aulas y evitar que los niños se mojen durante el invierno. Lo novedoso es que utilizaremos en su construcción unas piezas de hierro que para nuestra operación ya no están en condiciones; pero sí están en excelentes condiciones para constituir los pilares del pasillo.
¿Qué efectos surgen al ser socialmente responsables?
Realizamos proyectos relacionados con el giro de nuestro negocio; pero sabemos, por ejemplo, con la electrificación rural que donde hay energía hay desarrollo. La economía familiar puede moverse y crecer. Donde está iluminado se evitan hechos delictivos; pero lo más importante es llegar a la comunidad de otro forma: “agradeciendo que sean parte de nuestro desarrollo y nosotros contribuyendo al desarrollo de las comunidades”.
Código anticorrupción… ¿tienen?
Tenemos un Código de Ética propio que resultó del apoyo y trabajo conjunto de nuestros colaboradores, incluyendo el sindicato. Nuestro Código de Ética ha servido de modelo para otras empresas que han iniciado este camino y eso nos hace sentir orgullosos.
¿Hay nuevas inclinaciones?
Para mi la nueva tendencia es hacer alianzas entre empresas, organizaciones, instituciones y academia con el objetivo de desarrollar proyectos sostenibles y que los beneficios a la comunidad se conviertan en iniciativas que cambien vidas. Esa es la nueva forma de trabajo que trato de implementar en los nuevos proyectos.