Crecimiento de los activos totales.
El sistema financiero de Panamá se mantiene creciendo. El país registra la mayor cantidad de bancos de la región. Son 75 bancos que acumulan US$118.357,2 millones en activos de un total regional de $261.987,7 millones. Le siguen República Dominicana, con 37 instituciones, y Costa Rica y Guatemala, con 17 bancos cada uno. En Honduras operan 15 entidades y en El Salvador se registran 22. Nicaragua se caracteriza por registrar ocho entidades bancarias.
Al cierre del año 2014, en toda la región habían autorizadas 195 instituciones bancarias. A finales de 2015 las licencias se habían reducido a 191.
La realidad de los bancos se ha caracterizado en este último año por un entorno financiero cambiante y a la vez fortalecido por un crecimiento en los activos totales administrados. Este aumento ha ocurrido en paralelo a que el período también se ha caracterizado por adquisiciones y fusiones. Se retiran de Centroamérica bancos multinacionales e ingresan multilatinos, particularmente colombianos.
Panamá revela un incremento de 9,5% en sus activos en relación con lo registrado en 2014. Costa Rica reportó en 2015 $39.324,7 millones, lo que significó un incremento de 10,4%.
En la tercera posición neta se ubica Guatemala con $34.671,3 millones para un crecimiento de 14,3%; República Dominicana, $26.568,3 millones (9%); Honduras, $19.187,3 millones (12,3%); El Salvador, $17.186,9 millones (7,1%); y Nicaragua, $6.692,1 millones (10,9%). Panamá mantiene el liderazgo en el crecimiento de montos netos y Guatemala en términos porcentuales.
En forma comparada, en el primer semestre de 2015 la tendencia de crecimiento de mercado estuvo a favor de Guatemala y Nicaragua. Al cierre de ese año, Guatemala mantuvo dicha posición, seguido de Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y El Salvador.
Seis de los primeros diez bancos que presentan un mayor retorno sobre el patrimonio son panameños: Andbank Panamá, Inteligo Bank, Scotiabank, Bank of China, Internacional de Perú y Atlantic Security Bank.
Lenin Palencia, presidente del Grupo Amcresa y exvicepresidente ejecutivo de Banpaís con sede en Honduras, considera que el sistema bancario de Centroamérica es sólido, “aunque su actual ritmo de crecimiento exige que hayan aumentos de capital básico de algunos bancos. Pero en general se observa un buen sistema de control y regulación bancaria en Centroamérica, lo que nos permite tranquilidad en cuanto a la estabilidad y calidad de la banca en la región”.
Agrega que los principios de Basilea son vitales para garantizar un sistema bancario “prudente, respetuoso del riesgo y que sea comparable con otros sistemas financieros”. En ese contexto, menciona también el FATCA (Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas en el Extranjero), regulación norteamericana que ya está siendo implementado en los países centroamericanos.
“En este momento está en proceso de recolección de información, pero considero desafiante lograr los resultados esperados por el Gobierno norteamericano, ya que es complejo tener todos los controles necesarios”, expone Palencia.
El FATCA fue creada para identificar a los ciudadanos y residentes norteamericanos que tienen dinero fuera de su país en instituciones financieras extranjeras con el fin de determinar si están declarando sus ingresos de acuerdo a la legislación de Estados Unidos.
A todas las instituciones financieras que cuenten con un Acuerdo Intergubernamental (IGA, por sus siglas en inglés) se les requerirá cumplir con las regulaciones locales que de este acuerdo se derivan. Si una institución no cumple con las regulaciones del FATCA estará expuesta a una retención del 30% aplicable sobre diversos pagos que tengan origen en Estados Unidos.
Lenin Palencia: El crecimiento del sector bancario de Centroamérica se mantendrá. Tal vez observemos un poco de crecimiento de préstamos para el sector construcción que contribuyan al desarrollo de carreteras, puentes y edificación de casas.
BANCOS CRECEN MÁS QUE LA ECONOMÍA
Un informe económico y financiero de la Superintendencia de Bancos de Guatemala destaca cómo una importante proporción de activos de la banca centroamericana ha pasado a manos de instituciones extranjeras. Ejemplica a El Salvador como el más representativo y a Nicaragua por la participación de capital colombiano, alemán y panameño.
Dentro de ese contexto, el grupo Bancolombia es el caso más notorio tras haber adquirido el Banco Agrícola de El Salvador, el 40% de las acciones del Banco Agromercantil de Guatemala y el 100% de las acciones del Banco HSBC en Panamá, hoy Banitsmo.
“A diferencia de lo que ocurre en el resto de la región, Guatemala es el único país en que la mayor parte de instituciones del sistema bancario todavía está en manos de capital local”, establece el documento.
En 2015, la economía centroamericana registró un avance de 4,4%, mayor que el 4,0% anotado en 2014, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). La estimación para las economías centroamericanas es de 4,3% para este año.
Al considerar las cifras de cierre de los bancos centrales, Panamá crece a tasas que superan por mucho el promedio incluso de América Latina. En 2015 creció 5,9% y en 2014, 6,2%. Sin embargo, República Dominicana lo hizo a 7% (7,3% en 2014); Nicaragua, 4,0% (4,7% en 2014); Guatemala, 3,9% (4,2% en 2014); Costa Rica, 3,7% (3,5% en 2014); Honduras, 3,6% (3,1% en 2014), y El Salvador, 2,5% (2,0% en 2014).
En general, los sectores que más contribuyen al crecimiento de las economías centroamericanas son la agricultura, pesca y ganadería, la intermediación financiera y la industria.
Sin embargo, los bancos de la región centroamericana crecieron 10,3% en 2015. Más que lo registrado por las economías en su conjunto.
Para 2016, las proyecciones de diferentes organismos internacionales como la Cepal, Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que Panamá experimentará un crecimiento entre 6,0% y 6,3%, el más alto de la región.
Seguiría República Dominicana, entre 4,5 y 5,2%; Nicaragua, entre 4,2 y 4,5%; Costa Rica, entre 3,3 y 4,0%; Guatemala, entre 2,5 y 3,7%; Honduras, entre 3,3 y 3,6%; y El Salvador, entre 2,3 y 2,5%.