Creadores de confianza entre un cliente y una aseguradora.
Hace algunos años, las compañías de seguros tenían dos caminos para llegar a los clientes finales: establecían una red de agencias propias o trabajaban con agentes intermediarios.
Las primeras eran exclusivas y de alto costo operativo y los corredores unos intermediarios que se orientaban más hacia sus clientes que a los intereses de las compañías.
Esta realidad está cambiando muy rápido. En la actualidad los corredores compiten con una serie de canales de comercialización en prácticamente todos los países.
La tecnología ha permitido el desarrollo de la bancaseguros, la comercialización mediante internet y los call centers.
Adicionalmente, algunas compañías han desarrollado sus propias fuerzas de ventas y han implementado facilidades tecnológicas en plataformas virtuales.
A pesar de estas tendencias, en algunos países de la región las corredurías de seguros y los corredores independientes realizan una labor fundamental para la industria: intermediar la confianza entre un cliente y una aseguradora.
La complejidad de las pólizas, los riesgos cambiantes, las estructuraciones creativas y la asimetría informativa que hay entre los efectos reales en caso de siniestro para las diversas combinaciones de primas, coberturas y deducibles, mantiene a un grupo de especialistas en constante actividad. Las corredurías cumplen una función muy valorada por una porción de los clientes.
En Centroamérica y Panamá, los denominados intermediarios de seguros se clasifican, según las diferentes legislaciones de cada país, en corredurías de seguros organizadas como personas jurídicas y las personas naturales denominados como corredores de seguros.